TODO ME RESULTA INCOMPRENSIBLE

Por Ulises Toirac

La Habana.- He estado ausente de todo primero de mayo. Yo estoy perreando de verdad una crisis de columna sin las medicinas adecuadas porque no las hay. Y cuando digo «todo primero de mayo» hablo de la fecha, su connotación histórica y el uso y desuso, la parafernalia y el chovinismo.

Hay gente que no sabe ni siquiera qué decir sobre la masividad que veo en fotos, de un apoyo que a mí al menos me resulta incomprensible teniendo en cuenta resultados (siempre lo valorativo es la práctica, o dicho en mi jerga: «no valen campos de papa, sino papas fritas», y me tienen a «campos de papa» hace rato).

Dejando a un lado las suspicacias de AI, de manipulación gráfica o de lo que sea que sea (no dudo de la masividad), dejando a un lado las orientaciones de obligatoriedad de asistencia, dejando a un lado todo mecanismo coercitivo (que realmente no me consta porque no estoy en centro de trabajo o estudio), les digo: quien no acepte que toda idea lanzada desde una tribuna tendrá seguidores, no sabe nada de sociopolítica, ni de historia ni de sicología de masas. Y si «la idea» es repetida incansablemente por toda la vida, más aún.

Podrá haber gente cumbancheando por la gozadera de gritar y salir con los socios, podrá haber quien marche avergonzado ocultándose de cámaras todo el trayecto, podrá haber curiosos, que aumenten esa masividad por solo «quiero verlo con mis ojos»… Puede haber de todo. Pero estoy convencido de que la inmensa mayoría cree y apoya con convicción. Aunque al regreso no haya caldero lleno.

Es simple: todos los gobiernos han tenido apoyo popular. Hasta que cambiaron (o los cambiaron) y entonces las masas apoyaron el nuevo. No se las hagan mentales que esa es la verdad.