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Por Tania Tasé ()
Berlín.- Mucho se ha hablado en estos días sobre la juventud cubana y los estudiantes universitarios. Se ha dicho, entre otras cosas, que los jóvenes son los que cambiarán el sistema. Que ellos resolverân todo.
La juventud es siempre el motor de cambio en la sociedad.
Pero yo no estoy de acuerdo en hacerle cargar TODA la responsabilidad del cambio y rescate de la nación cubana a estos muchachos.
Es demasiado peso para sus endebles espaldas. Y es una manera que tenemos otras generaciones de evadir nuestra propia responsabilidad.
No se trata de hacer un mea culpa ahora. Se trata de que los ancianos que se sienten traicionados por su revolución, les den todo su apoyo.
Se trata de que mi generaciòn que ya no estaba engañada, también se prestó para sostener a los criminales en el poder, y que simplemente huimos buscando mejor vida, y de paso le enseñamos a nuestros hijos que ese era el único camino: la huída.
Nos toca ponernos del lado de la juventud, darles todo nuestro apoyo y asumir los riesgos junto a ella.
Ya que le hemos legado una nación en ruinas, no le corresponde a ellos, nuestros nietos, lidiar solos con todo.
No se lo merecen. Nos necesitan también.
Tengamos vergüenza y coraje aunque sea una vez.