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Por Joel Fonte
La Habana.- Si para sostener el poder tienen que apelar a arrojar la soberanía del país a regímenes autoritarios como Rusia, China, Irán…, entonces lo hace sin escrúpulos. Lo hace rápidamente.
¿O es que no hemos visto en la televisión que ellos monopolizan cientos de veces por décadas a presidentes, embajadores, altos jefes militares de esas potencias recorrer Cuba? Siempre con un coro de periodistas amaestrados detrás. ¿Se ha atacado a esos representantes de potencias ‘amigas’?
Para la dictadura castrista existen al menos dos ‘imperialismos’: el bueno y el malo. Si aún no establece alianzas con el gobierno norteamericano, es porque ello le supone aún la exigencia del cambio de régimen político. Además, lleva a la consecuente perdida del poder en que ello devendría.
Pero si pudieran hacerlo con garantías para sus vidas y las riquezas que han robado al país, serían más norteamericanos que el mismísimo George Washington. Cambiarían a nuestro Martí por Lincoln.
Porque eso hemos aprendido en tantas décadas: es un régimen que carece de principios, de valores… Son una verdadera estructura criminal con poder político.