SOLO LAS ARTES ESCÉNICAS ESCAPARÁN A LAS INTELIGENCIAS ARTIFICIALES

Por Jorge Luis García Fuentes ()

Hermosillo.- Todas las artes podrán ser reemplazadas, en parte o completamente, por la Inteligencia Artificial. Es inevitable, ya está ocurriendo.

Las IA’s están creando música, artes plásticas, literatura, hasta cine con calidad cada vez más refinada.

Los creadores reales van a tener una ruda y desigual competencia en el futuro, ya la tienen en muchos aspectos, sin importar que reclamen por la «falta de alma» de la producción hecha por máquinas.

Esas ya se están encargando —por impulso de la ciencia y el cerebro racional, claro está— de replicar cada detalle (el «alma» entre ellos).

Se han encargo de crear infinitesimales plagios de la obra artística humana (nada que el propio homo sapiens no haya hecho antes) y devolverlos al disfrute estético del mundo.

Todo esto con una ilusión de autenticidad cada vez menos detectable.

Sólo una se salva: el teatro —incluyendo a las demás artes escénicas, como la danza, incluso los conciertos de música en vivo.

El teatro puede apoyarse en las IA’s (siempre fue un barco madre para otras ramas del arte, y cabe la posibilidad de que funcione con música, diseños o hasta dramaturgia virtual), pero su esencia misma la blinda ante el reemplazo total.

Las computadoras no pueden sustituir, ni con hologramas, al actor de carne y hueso, a su tridimensionalidad imperfecta y al ceremonial.

Tampoco a la energía viva del sudor y la conexión directa con el espectador.

Cuando llegue ese momento en que el mundo esté saturado de arte creado por programas cibernéticos, el teatro será un nicho de cultura ancestral, un refugio más allá del entretenimiento.

Y el ritual más básico nos salvará.