Enter your email address below and subscribe to our newsletter

SOBREVIVIENDO

Comparte esta noticia

Por Jorge Fernández Era ()

A Reynier Mariño lo conocí a comienzos de siglo, cuando él apenas surgía como guitarrista del flamenco y yo dirigía Cartelera de La Habana, en aquella época suplemento cultural del periódico Juventud Rebelde.

Semanalmente me caía en la oficina para compartir conmigo sus proyectos. No me perdía ninguna de sus presentaciones, hasta me invitó a una en el hoy en ruinas restaurante La Zaragozana.

Una vez coincidimos en la Fiesta de la Cultura Iberoamericana de Holguín.

Su concierto fue memorable. Desde entonces no lo veía, así que nos llegamos ayer al Centro Dulce María Loynaz, donde realizó su espectáculo «Loynaz en mí», en homenaje a la Premio Cervantes de Literatura.

El apagón hizo lo suyo, mas no tuvo que ver con que esta vez me decepcionara el formato grupal que escogió para el concierto, la manera en que armó el repertorio y la excesiva (y muchas veces errada) comunicación verbal con el público.

Lo mejor, para mí, fue la presencia como invitada de la guitarrista Yalit González.

Los Sobrevivientes

Horas antes Laide y yo nos habíamos llegado al cine Yara para disfrutar en grande de una copia restaurada de ese clásico de clásicos que es «Los sobrevivientes», (1978), de Tomás Gutiérrez Alea.

Difícil escoger dentro del filme esos momentos que quedan con uno para siempre, pero ver a Carlos Moctezuma exclamar con gracia única: «Aquí el asunto es cogerle la vuelta al sistema, ¿comprendes? A mí lo mismo me da el capitalismo, que el socialismo, ¡como si vuelve el feudalismo, vaya!», bastaría para disfrutar una vez más de ciento treinta minutos de arte en mayúsculas y sarcasmo del bueno con esa familia Orozco empecinada en aislarse del mundo a pesar de los cambios.

Eso sí: le ronca que en el cine solo hubiéramos diez espectadores. Aquí al doblar, en una mipyme, había más gente a esa misma hora copiando el paquete semanal.

Algo está fallando en la promoción del Encuentro Internacional de Cine Restaurado. Si de mí dependiera llenar el Yara a las dos de la tarde, convocaba a toda la gente que movilizó el Partido para el recorrido del presidente por la capital.

Las obligaría igual a hacer lo que se hace en esos casos: reír la gracia y aplaudir mucho.

El principal interesado en que todo el mundo vea «Los sobrevivientes» debía ser el propio Díaz-Canel, pues no creo que ninguna película englobe como esa, con tanta precisión, el concepto de «resistencia creativa».

Deja un comentario