SIN PRODUCCIÓN NO HAY ECONOMÍA

Por Ulises Toirac

La Habana.- Me siento feliz. Veo unas cuantas personas afirmando categóricamente que saldremos adelante con la economía. ¡Y yo no lo entendía! Porque como yo lo veía es de esta manera: un país que no puede producir -y ahí entre otras, van varias razones: no hay con qué, no se le paga a la gente, no hay electricidad la mayor parte del tiempo… o sea, no se se produce-, no puede enfrentar un reto económico grande. Yo diría que el nuestro es mega-grande-nivel Dios.

Me faltó una razón allí arriba. El bloqueo o embargo -par que no se me pongan delicaditos en ninguna acera-…. vaya… la recua de medidas económicas que EE.UU. le ha puesto a Cuba. Y no voy a entrar en las causas, porque necesito hacer otras cosas este mes, y no me la voy a pasar escribiendo.

Y otra razón más -que debía ir de primera, pero a mí cuando como me gusta dejar las papitas para el final-. Perdón, cuando comía y había papitas… El modelo dicequeeconómico cubano, plagado de una serie de reglamentaciones, leyes y procesos extra económicos -es decir, políticos-, que son los que impiden cualquier atisbo de desarrollo.

Yo miraba esa pila de razones y decía: pa’l carajo… Esto está muy mal. Para empezar, quién le pone el cascabel al gato en lo de la falta-de-electricidad-no-producción en la que una exacerba al otro como feliz matrimonio con suegra en casa. El imperio siempre va a estar ahí. Estuvo antes de la revolución y puedo afirmar que con mayor éxito económico, así que me parece que también va a estar después y en todo ese tiempo no han cambiado de opinión respecto a meter medidas y mas medidas. Por el contrario, empezaron con cuatro y ya van por 500. No escampa. Y para rematar, nuestras leyes económicas (queridas, muy queridas) están mas ahí que Van Van. Les dan lija, les tiran unas luces, les ponen confetis, pero… LAMADREELQUEMETOQUELAFINCA.

Y en conclusión… yo decía: no… no le veo puerta de salida…. Y además me parece tan obvio que ni sé para qué lo he explicado… Bueno, sí lo sé: porque soy bruto, pero tengo dignidad para no aceptarlo así de la primera.

La gente que dice qué sí hay puerta de salida sabe algo que yo no sé… ¡Ellos saben!

¡Hay un milagro en camino y no lo han dicho para darnos la gran sorpresa! ¡Jone, tiene que ser! ¡Qué feliz soy ,carajo!