
Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Irán Capote (9
Pinar del Río.- Hay un influencer millonario con perfil en Instagram nombrado «papaenparis», que lleva una dinámica interesantísima en la que va regalando a aquellos seguidores que seleccione al azar, todo lo que ellos pidan en los comentarios. Desde un viaje, una casa, un iPhone, unos tenis, lo que sea que quieras.
O sea, que vas a sus publicaciones y comentas: «Si eres millonario, cómprame tal cosa…» Y si él, al azar, te escoge, te hace una llamada por Instagram, tú lloras un poquito por la emoción, él se conmueve más y te compra todo eso que pediste en los comentarios.
Yo siempre he sido un reventao para los temas de las cosas al azar. No he tenido suerte en las rifas, ni en la charada, ni en los sorteos ni en nada. ¡¡Y mira que insisto!! Pero hasta ahora… ¡nada!
Desde que descubrí el perfil de este influencer, no dejo de escribir comentarios en sus publicaciones. He pedido de todo: desde una casa para vivir (aunque sea un bohío), un iPhone aunque sea de uso, hasta lo que a él le de la gana de regalarme.
Hoy dejé de ser egoísta y en vez de pedir algo para mi, pedí algo para todos nosotros: «Niño, si eres millonario, compra unas termoeléctricas para Cuba, aunque sean de uso, aunque tengan diez o quince años de explotación, no importa. Si eres millonario, niño, compra unas termoeléctricas para Cuba, a ver si los cubanos podemos recuperar un burujón puñado de horas de sueño. A ver si los cubanos, volvemos a sentirnos como persona una vez en la vida…»
Y ahí voy replicando el comentario en cada publicación del tipo. No lo dejo ni respirar. Porque tal vez soy un reventao con la suerte, pero algo se pueda hacer en el algoritmo.
Claro, ahora viene la parte mala del asunto: Digamos que sí, digamos que el tipo me escoge al azar y me llama por Instagram. Pero, me llama en horario de apagón y la mala conexión de ETECSA, no permite la comunicación y él, ni corto ni perezoso, pasa la bola a un seguidor que sí pueda levantar la llamada…
He desbloqueado un nuevo temor en mi vida.