«SI QUIERES FESTIVAL DEL HABANO, SIEMBRA TÚ EL TABACO»

Por Mkc Cerralvo ()
Santa Clara.- Lo del Festival del Habano es sólo un ejemplo de la realidad cubana. Lo triste no es que se diga una cosa y se haga otra, aunque a eso estamos acostumbrados los cubanos.
Para mí, lo peor es que muchos aun apoyen esto, y otros vivan ajenos, siendo víctimas de este gobierno.
Se quiere incentivar la producción en los campos, la soberanía alimentaria, que se sumen y aumenten los campesinos, reconociendo públicamente que en los campos está la principal solución a la crisis que vivimos.
¿Pero realmente se hace algo? ¿Quiénes son los más perjudicados con los apagones?
Mientras más alejado de la capital menos horas con corriente
¿Quiénes son los más afectados con la canasta básica y las pocas opciones de ventas de productos y servicios que da este gobierno?
Mientras más alejado de la capital menos opciones tienes, y más afectado estas con los productos que se facilitan, desde el pan hasta el gas para cocinar.
¿Quiénes son los más perjudicados con la Bancarización y demás reformas que se hacen?
Mientras más lejos de la urbe, más afectados están los pobladores con los pagos, cobros, acceso al efectivo, trámites bancarios y burocráticos tan exigidos actualmente.
¿Quiénes son los más afectados con todo?
Mientras más en el campo vivas, peor son las condiciones de vida para las personas en este país.
Es lógico que, si el gobierno trata así a los campesinos, cada vez queden menos, y pronto se va a tener que importar hasta el palmiche.
Volviendo al habano…
Esos que realmente “viven del tabaco”, esos que se dan esos lujos, a todas luces, y ya ni lo ocultan…
¿Saben y les importa, cómo viven esos campesinos que siembran, cultivan, procesan, producen y hacen el tabaco?
Solo hay que mirarle las manos, las barrigas, los ojos y los bolsillos a los del capitolio y su familia, ver cómo viven y compararlos con los que se meten descalzos en el fango bajo el sol, doblando la espalda para sembrar el tabaco.
Ojalá a esos campesinos los llevaran alguna vez a uno de estos eventos, llenos de lujos, para que conociera la vida que se dan los que realmente los explotan, y al terminar le dijeran a sus organizadores: “Si el próximo año quieres hacer otra Feria del Habano, vas al campo y el tabaco lo siembras tú”.