¿SE PUEDE SER Y NO SER AL MISMO TIEMPO?

Por Lartiza Camacho ()

La Habana.- La pregunta de marras la hizo la espiritista apenas se tomó el primer trago de aguardiente y abrió la sesión espiritual.

Yo, amante de las artes como soy, pensé para mis adentros…»la misa es para mi santa madre, pero ahora mismo lo que está bajando es Hamlet.. Entonces, incapaz de interrumpir a Shakespeare, esperé paciente a ver qué camino cogía la cosa.

Aguardiente, padre nuestro, ojitos revira’os, aguardiente, canciones, erizamientos, mi madre sin aparecer, aguardiente, ¡siah cará!…¿Aguardiente?… carísima que la compré, ¡sí señor!

– ¿Ser o no ser?

…Y ahí por poco exploto, porque ya aquello me parecía reunión de empresa, de sindicato o rendición de cuenta.

Me contuve porque, de pronto, me mencionó un chino malísimo. Aquello me pareció interesante pero resultó ser el mismo chino que todos tenemos atrás.

También habló de una gitana, una negra conga, la comisión santiaguera (con tremenda conga igual) y la mujer envidiosa que está en todos los centros laborales, jodiendo por atrás, pero siempre lista para darle a la lengua, en misa y en procesión.

– ¿To be or no to be?

Así dijo esta vez la espiritista, haciéndose la americana con su inglés de pacotilla.

¡Ahí si se me montó Shangó y terminé la misa como la fiesta del Guatao! Porque se puede ser y no ser tan come raspa, pero de ahí a seguir con la burlita del to be…, no, porque aquella espiritista nunca vio nada claro. Así que, si te he visto, ni me acuerdo.

Se van los seres.