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‘SE ALEJÓ DEL PROYECTO CUBANO’

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Por Arturo Mesa ().

Yo salí de la isla con un único libro en la maleta junto a todas mis dudas y sueños; y era este.
En la pandemia lo leí todo de él, incluso competía con mi esposa a ver quién leía más. Nos gustaba comparar a qué obra le dábamos más puntos.

Solo dos obras recibieron el máximo. Memorias de una Geisha, de Arthur Golden, e Historia de la Niña Mala, de Vargas Llosa. Ahí me di cuenta que me faltaba un mundo de ese autor.

Descubrí que su genialidad era narrar de una manera muy sencilla (a lo Hemingway) y mantenerte atrapado desde un inicio. Su obra requiere todo el mérito del mundo y por suerte, el mundo le dio todo su mérito.

Otros autores de igual pensamiento y grandeza han sufrido el olvido de las autoridades de la isla como Milán Kundera. De hecho, si te acercas a las pocas librerías que quedan o entras a las tan promovidas ferias del libro, parece como si los europeos, los asiáticos o los americanos hubiesen dejado de escribir para siempre.

Nada de los últimos premios Nobel ni de los autores Escandinavos, Africanos o Asiáticos. El vacío literario es escandaloso. Nos mantienen aislados del mundo. Soñando todavía con que solo el socialismo y sus autores van a salvar a la humanidad. Bueno, en realidad hay que pensar en comida, ¡quién va a poder pensar en literatura! «El hambre como arma de control».

La vergüenza de ‘Granma’

¡Qué vergüenza leer que Granma ha dicho que el autor “se alejó del proyecto cubano”! Como si el proyecto cubano no fuese el que se ha aislado de todo lo que huela a sociedad distinta. También, como si el proyecto cubano no fuese incapaz de reconocer los méritos de sus propios hijos, como Leonardo Padura, que aun vive en la isla.

Claman a voces por el mundo (en el que son minoría) por un nuevo orden multipolar porque son minoría. Pero en casa solo aceptan, publican y profesan las libertades del que “está conmigo”. No olvidar que las calles son de los revolucionarios y Vargas Llosa, sencillamente no lo es.

Este país que quiso hacer tanto por la cultura se ha vuelto el único reducto del mundo. Aquí no encontrarás obras de autores que no creen en sus doctrinas falsas y de doble moral.

Vargas Llosa pasó a la historia y durará en la memoria de los que aman el arte. Mucho más tiempo que las adoctrinadas mentes de quien no ve más allá de sus narices. Tampoco saben reconocer que el mundo de la creación no necesita vítores ni aplausos de quienes se suman en las mentiras periodísticas mientras mantienen a una población en extrema pobreza sin saber cómo salir de ella.

Eso sí, cuando no los ven mantienen jugueticos de varios miles, cenan en restaurante de lujo, fuman Cohibas y portan carteras Gucci.

Lamento informarles que yo soy inmensamente rico. Yo leí a Padura, a Kundera y a Borges. Todavía descubro en un estante por Buckhead que me falta enriquecer mi alma con un nuevo título de este señor tan “alejado del proyecto cubano”.

Vergüenza debió darles profanar en tinta oscura a alguien que tanta tinta hermosa le obsequió al mundo.

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