La Habana.- Una anciana en el pequeño pueblo de Colti, al sureste de Rumanía, vivió por años sin saber que una piedra que usaba como simple tope de puerta era en realidad un tesoro valorado en un millón de euros (330 millones de pesos cubanos).
La extraordinaria pieza, de 3.5 kilogramos, había sido recogida en el cauce de un arroyo, y permaneció desapercibida incluso durante un robo en el que los ladrones ignoraron su valor.
La historia tomó un giro inesperado cuando, tras la muerte de la mujer en 1989, uno de sus familiares heredó la casa y, al observar la piedra, sospechó que podía ser una piedra semipreciosa. Los especialistas confirmaron que se trataba de ámbar auténtico con una antigüedad estimada entre 38.5 y 70 millones de años.
El Estado rumano adquirió la pieza y, tras ser estudiada en el Museo de Historia de Cracovia, fue declarada tesoro nacional. Hoy en día, se exhibe en el Museo Provincial de Buzau, y es considerada una de las piezas más grandes de su tipo a nivel mundial.
El descubrimiento es de gran valor científico, especialmente en la región de Buzau, famosa por sus ricos yacimientos de ámbar conocidos como «rumanit», con pepitas que presentan más de 160 matices de color.
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