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RONALD CARRERO, AL FIN EN CUBADEBATE

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Por Jimmy García ()
La Habana.- Ronald Carrero Texidor es un ejemplo de perseverancia. Una de esas personas que desde muy pequeño se propuso ser periodista y no paró hasta conseguirlo. Luego de meter cabeza por disímiles medios oficialistas en la isla, acaba de terminar el curso que patrocinó Cubadebate para suplir su falta de profesionales.
Carrero, a la izquierda, en la foto, del presidente de la UPEC, Ricardo Ronquillo Bello, quien se quedará sin afiliados en cualquier momento, porque nadie quiere trabajar ya en los medios del castrismo, primero porque lo que pagan es una miseria, y segundo porque la mayoría de los periodistas serios tomaron el camino de los volcanes o cualquier otro rumbo y se fueron a buscarse la vida honradamente en otro lugar.Pues Carrero Texidor se enteró de que Cubadebate iba a realizar un curso de reorientación, similar a otro anterior que hizo la UPEC a finales del siglo pasado, y se enroló. Cuando comenzó el curso, los entonces estudiantes recibieron una charla motivadora de Randy Alonso, quien les dijo que los dos primeros en el escalafón al terminar las clases, pasarían a formar parte del consejo de dirección.Era la oportunidad que esperaba Carrero Texidor. Apeló a todo lo aprendido durante años como reportero en diferentes emisoras de la capital en Prensa Latina, en la AIN -o Agencia Cubana de Noticias, para que no se molesten sus directivos- y resultó ser el de más alta puntuación.
Hace unas horas recibió orgulloso su diploma de Mejor Graduado, y pasará a trabajar directamente en la oficina de Randy, quien ya le dijo que debe dejar de fumar, porque el no soporta el olor a cigarros, o la peste a cabo, porque esa fue su frase literal.
Carrero le dijo que no había problemas con eso. Que nunca más tomaría un cigarrillo en sus manos, que solo necesitaba un puesto fijo en algún lugar, donde darle rienda suelta a su vocación, después de que lo sacaran de todos los lugares donde trabajó anteriormente, supuestamente por falta de preparación o vocación, o por no encajar en los colectivos de trabajo anteriores.
Aunque muchos que lo conocen personalmente no se lo crean, a cada cual le llega su hora. Y este es un ejemplo de cómo, con perseverancia y sacrificio, alguien llega a donde creyó siempre merecer, nada más y nada menos que a Cubadebate, el segundo medio que más mentiras dice en el mundo, después de Granma.

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