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Respuesta a un adoctrinado: por qué mi lucha no es con Washington, sino con La Habana

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Por Eduardo Díaz Delgado ()

Me dicen que no hablo por Cuba, que soy cómplice de los yanquis, que repito un discurso hipócrita y que defiendo de forma solapada el terrorismo. Qué montón de consignas, señor.

Para empezar: Yo no tengo nada que ver con esa gente que mencionan. Eso es lo que le han hecho creer: que todo el que critica es aliado de los americanos. Pero vamos más allá: a los americanos Cuba les importa un carajo.

Las sanciones —que son un embargo, y bastante liviano en la práctica— son consecuencia del robo de propiedades que nunca fueron indemnizadas, que Fidel Castro quería pagar con papelitos sin valor.

El embargo hoy básicamente dice: “no te voy a prestar dinero, me pagas al contado”. ¿Le suena? Es exactamente lo que hace hoy el gobierno con las mipymes: pagan al contado, no, peor, por adelantado.

*¿Días para matar? Eso los tuvo la revolución, que fusiló a más de 4,000 cubanos en la cabaña, más del doble de todos los muertos en el conflicto contra Batista contando ambos bandos. ¿Qué le pareció aquello? ¿Lo condenó? ¿Dijo algo alguna vez? Silencio. Mientras tanto, lo que pedimos quienes pensamos como yo es algo muy distinto: que haya juicios públicos, con todas las garantías que hoy no existen, para que los culpables de crímenes respondan ante la justicia. Que vayan a prisión quienes tengan las manos manchadas de sangre, y que no haya impunidad.

Los adoctrinados cargarán con un castigo mucho más duro que la cárcel: ver a Cuba prosperar y vivir con la conciencia de haber ayudado a retrasar ese momento. Y créame, eso deprime. En los países del extinto bloque socialista, mucha gente se derrumbó cuando descubrió que había sido cómplice de un crimen, mucha gente en depresión se sacó del servidor. ¿Lo entienden?

Quiero el bien para mi país

Y todavía tienen el cinismo de decir que nosotros queremos hambre para la gente. No, nosotros somos los que sostenemos a nuestras familias en Cuba, con mucho sacrificio. ¿Cómo alguien va a desear hambre y muerte para quienes ama y mantiene? Es una idea enfermiza.

¿Que Posada Carriles? Fue miembro del Movimiento 26 de Julio, igual que Ramiro Valdés y muchos de los que usted idolatra. Él hizo su lucha de la manera que entendió, la que aprendió en la clandestinidad. Es arena del mismo saco. Pero yo no abogo por eso. Mi lucha es otra: la conciencia. Que la gente despierte y se resista a ser pisoteada por ese gobierno que usted defiende.

Un gobierno que hoy gasta millones en tonfas, escudos antimotines y armamento de combate personal, no para pelear contra los americanos, sino para reprimir al pueblo. Esa es la realidad: se preparan para enfrentarse al cubano de a pie, no a un enemigo extranjero.

Y sí, el pueblo cubano hoy es eminentemente contrarrevolucionario, eso lo que demuestra es que lo que sobra es la revolución.

El cubano tiene derecho a querer lo que quiera, a pensar como le dé la gana. Ese es un derecho humano básico, y yo quiero que el cubano pueda decidir. Yo no le deseo cárcel ni venganza. Solo que un día tenga tiempo para reflexionar con su conciencia, cuando todo pase, y entienda el peso de haber apoyado a quienes le robaron la dignidad a Cuba.

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