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Por Sergio Barbán Cardero ()
MIami.- ¿Cuántas veces los exiliados cubanos hemos sido señalados, o más bien acusados, por la dictadura y sus secuaces de “vivir del sufrimiento del pueblo cubano”?
Sin embargo, los hechos demuestran todo lo contrario; es el régimen cubano quien realmente vive del sufrimiento del pueblo. Con sus políticas de control, represión, escasez y limitación de libertades, sostiene su poder y privilegios a costa del dolor de los ciudadanos.
En cambio, los que estamos en el exilio sufrimos una realidad cruel; la separación familiar, la incertidumbre constante y las dificultades económicas. A pesar de ello, muchos de nosotros intentamos aliviar la carga de nuestros seres queridos en la Isla enviando recursos, pagamos servicios o gestionando el envío de alimentos y medicinas.
Esa ayuda humanitaria, que nace del amor y la solidaridad, es secuestrada por la dictadura, que convierte a nuestras familias en rehenes.
Nos chantajean abiertamente; si no pagamos, nos cortan la comunicación con nuestros seres queridos; si no financiamos sus servicios básicos, ellos son los que pagan las consecuencias. Un ejemplo claro es el reciente anuncio de ETECSA como «regalo por el Día de los Padres»; una recarga impuesta bajo presión emocional.
¡Se acerca una nueva promo!
¡Celebra a papá con una recarga especial del 9 al 15 de junio!
¿Quién celebra realmente? ¿El padre que espera comida y medicina o el régimen que se enriquece con cada dólar enviado desde el exterior?
Los verdaderos responsables del sufrimiento del pueblo cubano no están en el exilio, sino en el poder. Nosotros, los que estamos fuera, actuamos muchas veces en contra de nuestra propia dignidad y posibilidades, movidos por un amor incondicional y la profunda preocupación por nuestras familias. Ellos, en cambio, se alimentan de ese dolor.
NOTA: Considero necesario impulsar un boicot a las recargas. Cada envío fortalece el chantaje y financia a un régimen que vive del dolor de nuestras familias.