Víctor Ovidio Artiles Álvarez

Santa Clara.- Recordando historias infantiles y novelas de aventuras, me he dado cuenta que no están escritas con buena intención. Con los precios abusivos y especulativos sin control, me da genio pensar que con tantas frutas para utilizar en sus narraciones, hayan cogido la manzanas. Esas son pesadeces de los escritores o lo que es peor, diversionismo ideológico de ellos.

Desde pequeños, nuestros niños de la familia empiezan a joder con las manzanas y, en parte, gracias a la literatura. ¿Es que el reino de Blancanieves no habían frutas más baratas, como la guayaba? Tenía que ser una manzana que ya anda costando varios cientos de pesos. Con guayaba bien podía la madrastra joder a la muchacha o simplemente inyectarle el veneno y ya.

En otro reino, un tal William Tell, conocido en el barrio como Guillermo también tenía que poner su grano de arena con lo de la condenada fruta. Si lo del Guille era ser irresponsable y poner en peligro la vida de su hijo por qué coño no le puso una diana en la cabeza o la misma guayaba. Pues no…manzana. ¡Total! Ni que fuesen tan ricas. Los que se volverán ricos serán los vendedores.