Por Mauricio de Miranda ()
Cali.- Lo diré de una forma bien clara. Por ahora, no quiero ver en esto una posición inmoral. Por ahora diré que -en mi opinión- se equivocan. Veremos si se trata de un error o de un inadmisible contubernio.
Por ahora digo esto, se equivocan Biden y Lula al pedir nuevas elecciones. ¿Cuál es la garantía de que nuevas elecciones con un CNE al servicio del régimen dictatorial de Maduro van a ser limpias y no un nuevo fraude, ahora con la experiencia del varapalo recibido por el régimen el pasado 28 de julio?
¿Cómo se le ocurre a Lula pensar que es posible formar un gobierno de coalición en Venezuela entre la oposición y un régimen que tiene cerca de 2000 presos políticos asociados al ejercicio electoral, más de 20 muertos y un mecanismo represivo que está siendo arrasador contra la inmensa mayoría de la población que se les opone? ¿Acaso se volvió ingenuo o es la forma de aparentar neutralidad para favorecer en realidad a su amigo el dictador? Es vergonzoso.
La actitud de Lula y Petro le propinará un golpe terrible a las fuerzas de izquierda en América Latina. Por timoratos, por irresponsables y por traidores al espíritu democrático que dicen defender. No menciono a Obrador, porque de él nada podía esperarse. Yo personalmente tampoco espero nada de Gustavo Petro, pero se que en el mundo muchos ven en él a una esperanza. Yo no tengo ninguna y vivo en Colombia.
La ingenuidad en política es inadmisible, el contubernio con un régimen corrupto, represor y fascistoide es un crimen.
Las dictaduras no se apaciguan. Ahí está la historia para demostrarlo.
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