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PARA ENTENDER LA HECATOMBE (I)

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Por Ulises Toirac
La Habana.- Voy a tratar de, como dice Zuckito, pensar escribiendo en mi muro, que es algo que a veces es peligroso, pero necesario. Pienso que es un tema complejo y no trato otra cosa que poner en orden mi estructura de pensamiento. Quizás aportar un poco de luz. No de la que depende del SEN. Trataré de no ser extremadamente extenso y apenas tocar toda la complejidad porque haría sinuoso y aburrido lo que pienso.
Hay una pose que llamo Brazos En Jarrita (en lo adelante BEJ), lleva como adicionales el labio inferior bota’o pa’ fuera y el ceño fruncido.
Fidel comprendió muy temprano que necesitaba un aliado poderoso económicamente para poder mantener determinada política interna y externa. Uno que hiciera añicos cualquier medida económica contra Cuba. Pararse BEJ delante de un vecino poderoso requería eso.
A la URSS le convenía un aliado delante de las narices de EE.UU y ná… Nació. Esto por supuesto tuvo miles de consecuencias tanto en el orden económico, como en el político y el social.
Medidas de todo tipo lograron sobrevivir porque esa relación y el CAME respaldaban económicamente (y políticamente en la arena internacional) cualquier cosa que viniera de Cuba.
El tiempo pasó y se «desmerengó» el campo socialista y con él, la URSS, pero quedó un sentimiento paternal que además necesitaba alimentarse porque Rusia no dejó por ello de ser potencia mundial en un intento post «el fin de la historia» de oponer algo al bloque OTAN y a EEUU. Las ayudas continuaron pero en menor cuantía. Debió preverse que los BEJ no eran una buena postura porque se veía venir un deterioro del apoyo sumario de los anteriores años. Lejos de eso, se siguió manteniendo las mismas posturas y principios, los mismos apoyos a conflictos externos y la misma posición respecto a cómo había que atender los asuntos internos.
Apareció un nuevo aliado con la Venezuela de Maduro. País poderoso por su petróleo, que era esencial para nuestra economía. Y reverdeció en parte la primavera para los BEJ.
Y finalmente se acabó años después, la intensidad del sentimiento paternal de los rusos y el compromiso de Venezuela hacia Cuba respecto a sus propias necesidades de subsistencia.
Para terminar este primer «¿qué estás pensando?» acerca de todo esto debo apuntar que a nuestro vecino del Norte nunca le ha gustado un partido único (comunista pa’ más candela), ni la forma de «democracia» que se fue entronizando en Cuba, ni el apoyo a determinadas «causas», ni el amparo a ciertas personas que son buscadas por crímenes y delitos en sus países de origen. Todo esto es lo que arguye EEUU, más el no pago de propiedades confiscadas en los primeros años de revolución.
Los EEUU no van a cambiar su modo de verlo, no se van a mover de ahí, no van a dejar de tener la economía que tienen ni a mover lo que tengan que mover cuando algo les cae mal. Por otro lado Cuba no puede ponerle motores a la isla y trasladarla pa Oceanía, del lado de allá de China. Es lo que es y así está el manteca’o.

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