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Por Datos Históricos
La Habana.- El padre de Pac-Man es oficialmente Toru Iwatani, diseñador japonés que en 1980, mientras trabajaba para Namco, buscó crear un juego distinto: algo alegre, accesible y sin violencia.
Una noche, observó una pizza a la que le faltaba una rebanada. Y así nació el círculo amarillo que devoraría al mundo.
Pero si Iwatani fue el padre conceptual, Hiroshi Ono, conocido como Mr. Dotman, fue el guardián del alma visual.
Artista de píxeles con una sensibilidad excepcional, dio color, vida y coherencia al universo de Namco. No inventó al personaje, pero convirtió su mundo en un lenguaje reconocible, en una estética que se volvió parte de la cultura popular.
Ono transformó el código en emoción, el diseño en narrativa. Sus trazos invisibles definieron a generaciones enteras de jugadores, desde los fantasmas de colores hasta los paneles luminosos de las máquinas arcade.
Y aunque su nombre rara vez aparecía en los créditos, su arte brillaba en cada píxel. Hiroshi Ono falleció en 2021, pero su legado sigue latiendo cada vez que una pantalla se enciende con ese primer sonido familiar.
Pac-Man tiene un padre y también tiene un poeta visual.Y su nombre fue Hiroshi Ono.