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Por Hermes Entenza ()

Nuremberg.- Destruyeron el país, lo arrasaron con el reordenamiento económico.

Llevaron al pueblo a la desesperación total. De tanto apretar, con los oídos tapados para no escuchar a muchos expertos que les advertían del fracaso, lograron inscribir a Cuba entre los 3 o 4 países más miserables de América.

Como una manada de burros, siguen aplastando y demoliendo. Siempre que veo el proceder del Estado y sus flamantes líderes, recuerdo unos animados distópicos que en los 90’s ponían en la televisión. En ellos, un ser enorme y metálico se alimentaba de autos.

El gobierno es idéntico, comiendo isla, comiendo Cuba, ya sin azúcar, sin sal, pero comiendo tierra y carne humana.

Nunca les ha gustado la idea de que el pueblo vea cómo va el mundo y pueda comparar noticias. Tampoco les ha agradado que el pueblo pueda comunicarse por redes sociales.

Odian Facebook e Instagram porque no tienen el control, y lo que no controlan, lo destruyen.

Acabaron con las empresas privadas que hacían de Cuba un tesoro. Destruyeron iglesias, proyectos particulares, acabaron con la prensa decente. También afectaron la educación, las logias masónicas. Ahora, sin decirlo claramente para no buscarse rollos internacionales, están cercenando la posibilidad de Internet.

¿Qué pesa más, el miedo a que la gente se comunique, o la sed de divisa? No sé, pero cualquiera de las dos razones que tenga Etecsa para este nuevo zarpazo, proviene del mismo problema: La incapacidad de los burritos que gobiernan el país.

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