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Por Jorge Menéndez ()
Cabrils.- Después de terminar la reunión de la OTAN en Washington, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, se reunió con Donald Trump en su residencia de Mar-e-Lago en West Palm Beach.
Seguramente intercambiaron sobre sus esfuerzos de paz en el conflicto Ucrania-Rusia.
Uno de los representantes más odiosos y que, gracias a Dios, tiene sus días contados, el señor Josep Borrell, que más bien parece el Ministro de la Guerra, se ha llenado la boca para hablar de «repudio comunitario» hacia las gestiones del señor Orbán.
El señor Charles Michel, otro que se va, también ha arremetido contra Orbán, diciendo que no representa la posición de la UE, parecería que durante sus años de «trabajo» ha representado a alguien.
El nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, hace un primer anuncio de dar más armas a Ucrania.
Estados Unidos planea poner cohetes de largo alcance en Alemania a partir del 2026.
Cuando veo esto me pregunto ¿Realmente Europa quiere la Paz?
Paralelamente organizan conferencias de paz en Suiza sin la participación de Rusia, y ya planean otra, se dice, que en Arabia Saudí.
¿Qué paz es la que buscan? ¿La de los cañonazos? Comienzan porque quieren sancionar a Hungría por sus gestiones y por «romper» filas dentro de la UE. ¿Qué política es esa?
Europa y Estados Unidos tiemblan porque el contrapeso de China, India, Rusia, Brasil en los Brics es cada vez más grande y la cola para entrar a formar parte de ese grupo cada vez es más larga.
Están decididos a querer seguir diciendo la última palabra y ya no tienen ese poder, así de simple, y lo más triste de todo esto es que con sus políticas ciegas y de imposición, el mundo les está dando la espalda y se buscan la vida por otros lares.
Georgia es el ejemplo de hoy, le han paralizado las conversaciones para entrar en la UE, Washington les ha quitado financiación de la ayuda pactada anteriormente, han paralizado ejercicios militares y todo porque su parlamento aprobó una ley de agentes extranjeros, que nada tiene que ver con los intereses de Estados Unidos y La UE.
En otras palabras, o haces y apruebas lo que te digo o te sanciono, como si fueran los dueños de Georgia.
Si seguimos así, cada vez nos iremos quedando más solos, la UE no tiene ya ningún atractivo y cada vez pierde más. Los demás países se organizarán con otras potencias emergentes que no se entrometen en según qué cosas, que no sancionan y que realmente velan por los intereses de sus ciudadanos.
Esta es la realidad de nuestros políticos corruptos dentro de la UE, que nos llevan al abismo.
Si sale Trump veremos a toda Europa «haciéndole la corte», después de hablar tanta mierda de él. Vivir para ver.