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Por Laritza Camacho ()
La Habana.- He estado callada, como quien teme romper un hilo de seda con su aliento. Porque no veo motivo de jubileo para 2025, un año que arrastra guerras inconclusas de otros años, muerte, fuego, explosiones sin respuestas, división.
Quiero estar fuera de todas las listas. Yo y mi país… y quiero verdades palpables, no juegos de azar y conveniencias con la vida y el destino de los hombres… de todos los hombres.
Quiero la libertad de todos los presos de conciencia. De todos, porque la conciencia de los hombres debe ser libre de expresarse y actuar.
Quiero, además, por sobre todas las cosas, que no sea el Papa, ni ningún político quienes resuelvan los problemas de nuestro país.
Quiero un país cívico, consciente de su decir y actuar, unido en sus diferencias, justo, con voz auténtica de pueblo.
Es mi opinión y mi deseo.