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Por Koldo Errando ()
Bilbao.- La obsidiana era tan valorada en la América precolombina que se comerciaba con ella a lo largo de miles de kilómetros, y sus filos pueden ser hasta 500 veces más afilados que el acero quirúrgico moderno.
Aquí te detallo por qué esto es tan increíble:
La obsidiana es un vidrio natural que se forma cuando la lava se enfría extremadamente rápido. Al fracturarse, se rompe de manera concoidea (como las lascas de una piedra), creando un filo que a nivel microscópico es increíblemente delgado y liso.
Este filo puede alcanzar un grosor de solo 3 nanómetros (¡3 millonésimas de milímetro!), lo que lo hace mucho más fino y afilado que cualquier hoja de acero.
Uso moderno: Por esta razón, hoy en día se utilizan hojas de obsidiana en cirugías especializadas (particularmente en cirugía ocular y cardiovascular), ya que causan un corte más limpio y un trauma tisular menor que el bisturí de acero, lo que permite una cicatrización más rápida.
La obsidiana no se encuentra en todas partes, solo en zonas con actividad volcánica. Yacimientos específicos, como el de Pachuca (México), eran tan famosos por la calidad de su obsidiana (de un característico color verde dorado) que se han encontrado artefactos fabricados con este material a más de 4,000 km de distancia, en lugares como Missouri, EE.UU.
¿Cómo se sabe? Los geólogos pueden «fingerprintear» (identificar la huella digital de) la obsidiana y determinar su yacimiento de origen exacto. Esto les ha permitido trazar mapas de las vastas y sofisticadas rutas comerciales que existían en el México antiguo, donde la obsidiana era una mercancía de lujo y de uso práctico vital.
En resumen: La obsidiana no era solo una piedra bonita o ritual; era un material estratégico cuyo control y comercio impulsaron economías y cuyo filo permaneció como el más agudo del mundo hasta la invención de la tecnología láser. ¡Es una verdadera maravilla de la naturaleza!