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MANTILLA: LA «LIBERTAD» BIEN REPRESENTADA

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Por Gretell Lobelle ()
Mantilla.- Estoy en Mantilla, donde lo que más hay es basura acumulada: más de 25 metros de desechos. Conexión no hay o una de 2G. Apenas mi feed se actualiza, lo cual me ha permitido descansar del potrero.
Me sale un recuerdo y lo subo como #TBT. No pierdo la maña, porque el pelo ni siquiera lo miro. En verano, me siento más guajira, rozando lo indígena. Lo que leo trending no logro entenderlo del todo. Estapinga no carga todo lo que quisiera. No establezco juicios de valor; es algo que he aprendido en el proceso: liberar el ego, el control y no juzgar.
Ya tengo mi carta astral, con todas las de la ley. Parece más geometría del espacio, grados y símbolos. No sabría decir qué planeta está en conjunción con qué grado en una casa cuyo número tampoco recuerdo, pero que responde a un arquetipo y me define como una persona del futuro, pensamiento futurista (di tú), según la astróloga, literal ha dicho. Eso me sirve porque puedo justificar lo mal, o bien, que caigo y la mirada particular hacia fenómenos y personas, vivir como puedo y me dé el deseo.
Me ayuda saber que la mayoría de mis cortocircuitos provienen de la desubicación en tiempo y espacio del momento en que mi madre me soltó por decisión astral, divina, en este plano terrenal físico.
Volviendo a las miradas y fenómenos, el caso es que no sabía de Pablo ni de Roro (¿entre dos vocales va doble erre?). He tenido que leer, ¡LEERRR! para entender. Claro, soy un punto en caer otra vez en la trampa de las mediaciones. El universo me quita las RRSS y yo ahí, más viciosa que anónima.
Bueno, aclaro: me alegra la vista un hombre bello (ufff, suspiro profundo y «putesco» vendría con música romántica), pero por otra parte está Roro, que cocina, y la gente que leo, muy atinadas algunas, otros en una metratranca del xix tardío… Entonces, la mujer del futuro me comenta: «Cuando el marketing digital llegue a Cuba, entendido a un nivel mínimo, estaremos trepados en mata de plátanos sacándonos piojos unos a otros.
Es terrible la cantidad de gente que no acaba de entender esta morronga y cómo la usan; no salen de ella… le tengo que dar la razón: nos estamos, ¿qué digo estamos?, nos hemos convertido en lo más cheo y atrasado de Latinoamérica. La vida no es esto y sigo para otro post con fotos de los basureros de Mantilla, donde la esquina de mi calle «Libertad» está bien representada .»

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