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Por Ulises Toirac

La Habana.- Yo no me considero un hombre culto. En mi formación -hasta del gusto- tuve muchas lagunas que luego ha sido difícil salvar. Apenas puedo citar a un par de griegos «protuberantes» y el arte conceptual no me da esa calentura. Confieso ser más de la cultura tecnológica y de la aplicación a la vida de leyes físicas o teoremas de geometría.

Digo esto porque voy a hacer una afirmación temeraria, aunque respetando que es la subjetividad mía y no conocimiento de erudito. Cuba tiene escritores, artistas y cineastas de talla universal, obras a la par de las de cualquier otro país recontraculto. Además, no debería tener que ser descubierto con calaveras. A mí la película cubana que más me gusta es Los sobrevivientes.

Aparte de disfrutar muchísimo el humor negro -algo no muy popular por nuestra idiosincrasia-, esta película de Tomás Gutiérrez Alea (Titón) es de una magia surrealista y precognizadora. Además, en mi tecnológica cultura, es una sátira demoledora y vigente. Te voy a decir más o menos de qué trata. Te darás cuenta por qué amo esta película un tin más que otras. Aunque la cinematografía cubana, no tengo que decir que «me mata, me enloquece».

Una familia de mucho dinero, que vive en una mansión palaciega con plantaciones y el copón. Se ve enfrentada al triunfo de Fidel en 1959 y decide no abandonar sus propiedades, sino aislarse del mundo circundante. Así, cuidan in situ lo que tienen. La familia cuenta con miembros de todas las edades, servidumbre y hasta un cura. Con el paso del tiempo y por aferrarse a sus ideales y autobloquearse, lógicamente todo comienza a depauperarse. Desde las relaciones interpersonales hasta la edificación. Este proceso de desmembramiento determina cambios de actitudes y estándares. Hay «traiciones con emigración», robos, procesos sumarios…

Un plano inolvidable muestra al cabo del mucho tiempo a la señora de la casa comiendo yerba detrás de una fuente destruida e inservible. Está rodeada de un deterioro descomunal.

¿Ya tienes una idea de por qué me gusta tanto? Bueno, a eso añadirle la actuación de Enrique Santiesteban, Germán Pinelli, Ana Viñas, Reynaldo Miravalles, Lily Rentería, Jorge Ali, Patricio Wood y el inolvidable (y adorado) Carlos Moctezuma. Esto sin mencionar entre un carajal de estrellas más que tiene el reparto.

Yo sé que hay mucha gente de la nueva generación que no tiene ni idea. Es una peli que se estrenó en 1979 y nunca he visto una copia buena. Pero créanme: Titón se la jamó.

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