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Por Esteban Fernández Roig Jr. ()
Miami.- El primer trabajo sucio fue unirse al raquítico “Ejército Rebelde” en la caravana de Oriente a La Habana. Miles de arribistas tratando de hacer méritos. Una vorágine, un corre-corre, un desespero tardío por ganar galones .
El “gobierno revolucionario” (que en realidad lo comandaba un solo hombre) se ocupaba de
mantenerlos entretenidos y ocupados.
Les encasquetaron medio millón de boinas negras a todos los descarados y “de pronto” a alguien se le ocurrió la brillante idea de “como premio” otorgarles boinas verde olivo a los que subieran a lo mas alto del Pico Turquino.
Las nuevas boinas eran entregadas en Columbia (ahora llamada “Ciudad Libertad”) por el comandante Belarmino Castilla.
Los pusieron a cavar trincheras “esperando el inminente ataque del imperialismo yanqui”…
Inventaron “trabajos voluntarios”, los enviaron a cortar caña, a marchar por las calles “comiendo mierda y rompiendo zapatos “.
Los pusieron a realizar ridículos e innecesarios “mítines relámpagos” en parques, escuelas, Institutos y hasta Universidades.
A los peores les daban unos pesitos más por participar en escuadras de fusilamientos.
El 10 de septiembre de 1961 durante la procesión de la Patrona de Cuba, la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre, milicianos atacaron a los religiosos con palos y tiros, resultando muerto el joven católico Arnaldo Socorro
Los utilizaron como “carne de cañón” en el Escambray, en Girón, y en fraticidas guerras en el continente africano.
Pero, quede claro: Las milicias tuvieron su inicio basado en “Los Malagones” una patrulla de guajiros en Pinar del Rio.
Castro se entera por el campesino Malagón que había un grupo de alzados en la zona dirigidos por Luis Lara Crespo.
“Bola de churre” ordena reunir a un grupo de guajiros para organizarse, armarse y operar contra los patriotas . El campesino Leandro Rodríguez Malagón, fue designado jefe de la patrulla conocida a partir de ese momento como “Los Malagones”…
El tirano precisó… “Malagón, si ustedes triunfan habrá milicias en Cuba”.
Y, de este modo, Malagón fue el primer miliciano. Deshonra a quien deshonra merece.