LOS MUCHACHOS DE MELONES NO SON HÉROES, SON VÍCTIMAS

Por Miryorly García ()

La Habana.- Este documento, que acaba de publicar la Gaceta Oficial de la República, debería ser tomado por las madres que perdieron a sus hijos, respaldadas por todo el pueblo de Cuba, para acusar ante instancias internacionales, si eso fuera posible y viable, al Comandante en Jefe de las FAR y, para vergüenza nuestra, presidente de este país, de cometer un crimen atroz, que además no es el primero ni será el último, si no le ponemos fin al Servicio Militar Obligatorio.

Como deja claro el primer Por cuanto: «fallecieron en el intento de sofocar un incendio», como mismo sucedió en el incendio de la base de supertanqueros de Matanzas.

No, no son militares, son reclutas y de forma forzada, la mayoría sin desear pasar por esa maldita experiencia. ¿Por qué tienen que ir ellos a una misión tan peligrosa? ¿Les quedó otra alternativa que sofocar ese fuego?

No son héroes, son víctimas. Son jóvenes inocentes que son obligados a vestirse de verde, a pesar de que la mayoría se negaría. De hecho, los que gobiernan lo saben y han reforzado las leyes y regulaciones para obligarlos: de negarse, van a prisión.

En ese año o dos de Servicio, los humillan, maltratan e irrespetan para doblegar la rebeldía propia de la edad, los usan como mano de obra barata y como si eso no bastara, también los someten a retos que los sobrepasan y a los que no logran sobrevivir.

Ni siquiera existen militares con valor ya en Cuba, cuando no encontraron forma alguna de intentar ir por sus cuerpos.

Ellos no lo hicieron a riesgo de sus vidas ni para evitar una catástrofe, posiblemente ni siquiera imaginaron todo el peligro que corrían. Son ustedes, asesinos, los que arriesgan la vida de todos esos muchachos sin dejarles la alternativa de decir: yo no.

Un día se hará una lista con todas estas muertes absurdas e injustas. Unas autoprovocadas y otras «por accidentes», y quizás alguien pague por algunas de estas muertes, pero ni siquiera así sería justicia, porque eso no los devuelve a la vida ni a sus familias.

Claro que estamos de luto. No solo hoy ni mañana, desde mucho antes, muchas madres perdimos el sueño y la paz desde que vimos la noticia, mientras el Comandante en Jefe de las FAR jugaba en la Sierra a los exploradores sin hacer mención al suceso, y salía luego muy sonriente a acompañar a otro político criminal muy parecido a él en su toma de posesión.

Y luego viraba y se hacía el magnánimo ante un Papa que no tendrá bendición en el cielo por sus complicidades manifiestas con la desvergüenza, en un supuesto acto de benevolencia, que no es más que una tortura a modo de ruleta rusa, una burda negociación por intereses mezquinos, otro ejemplo de que las vidas de los cubanos no les importan.

Estamos de duelo y estaremos, no tiene que decretarlo nadie y menos quien es el máximo responsable.¡ Lo que debieran es largarse!

Lo que debiera es aprobarse en Cuba que solo sea militar el que quiera, el que tenga esa vocación, que ojalá y cada día fuesen menos, como las armas y las guerras que nos desangran.

El duelo oficial no les limpiará las manos. Debió ser duelo nacional, pero bueno, el duelo de esta nación no se puede reducir a unas horas, ni a un acto solemne, es perenne desde hace 66 años.