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Por Anette Espinosa ()
La Habana.- Como uno nunca debe hablar sin saber, me tocó ver el nuevo capítulo de ‘Desde la Presidencia’, el podcast que conduce el presidente cubano. Esta vez lo dedicó, como no podía ser de otra forma, a la generación eléctrica.
Y, como tampoco podía ser de otra forma, llevó como invitados a Alfredo López y Vicente La O Levy, director general de la Unión Eléctrica y Ministro de Energía y Minas, por ese orden. La intención fue responder interrogantes de la población, u opiniones que recoge su equipo de prensa.
Sin embargo, casi al principio, el Hombre de la Limonada dijo que «estoy consciente de que la mayoría de la población está consciente de que el gobierno trabaja hoy con una prioridad, por encima de todas las prioridades, y esa es la solución de los problemas de la generación eléctrica».
Lo dijo como si diera por sentado eso de que la gente cree ciegamente en que son unos sacrificados todos los que dirigen, como si el pueblo supiera que se dejan la piel, como dijera una vez aquel center field de nombre Carlos Tabares y que terminó yéndose a Miami.
Dijo Díaz-Canel que no poder disponer de electricidad, ‘tiene disminuida, lastrada y casi parada la economía’. Y luego fue a tablas, diagramas, esquemas, para comparar, con la intención de convencer a la población de que el futuro será mejor.
Dijo que en marzo, por ejemplo, la demanda llegó a 2580 MW y que ahora es de más de 3000 MW . Entonces, en marzo, la disponibilidad era de 1700 MW y ahora es de 1900 MW. Mencionó el crecimiento del déficit y se refirió a la noche, y al día.
‘Un por ciento altísimo de la población tiene montada su cocción en gas licuado’, dijo La O. Y lo dijo sin pudor.
El ministro habló de que no hay gas licuado y por eso el aumento de la demanda de electricidad. Lo dice así, con su cara tan tranquila, como si la totalidad de la población cubana tuviera cuota de gas. Y apenas en La Habana, Santiago de Cuba y algunas otras capitales de provincia tienen gas para la mayoría de las personas.
El resto cocinaba con petróleo y luz brillante. Y desde tiempos inmemoriales no le dan a nadie un litro de queroseno, ni alcohol, y no hay dónde comprar petróleo. Eso no lo dijeron. Hablaron del gas, como si el pueblo cubano, en su totalidad, cocinara con gas.
Lo del gas no lo van a resolver, porque le van a seguir destinando los volúmenes mayores a generar electricidad. Y mencionaron a Venezuela, como una opción para adquirir petróleo, como parte de una supuesta estrategia que no quisieron mencionar por lo del bloqueo, destacaron.
«Tenemos dinero, pero la persecución financiera no nos deja comprar», dijeron. Y entonces, me pregunto: ¿Tienen dinero o no? ¿O es que están jugando a aquello del ratón y al gato?
Se acuerdan cuando aquel loco que mandaba y acabó con el país dijo que «Pinar del Río no volverá a conocer ya los apagones». Bueno, algo así dijeron en el referido podcast. Son tantos los parques fotovoltaicos, tantas las unidades de generación que están disponibles y tan bien marcha la reparación de las otras que el verano será una panacea.
Así lo dijeron. Lo pueden ver en el vídeo adjunto. Cuba tendrá sus problemas de electricidad resueltos. En julio y agosto, que eso es dentro de un mes, los cubanos no tendrán más apagones. Incluso, dijeron que a diferencia de marzo, cuando los parques solares generaban ciento y tantos MW, ahora esa cifra va como por 1400.
Tratando de ser empáticos, insistieron una y otra vez en que están conscientes de las larguísimas horas de apagones, de la necesidad que tienen las personas de cocinar, lavar y hacer todas las cosas cuando viene la electricidad.
Sin embargo, Alfredo López dijo que «el factor temperatura es muy importante», como dejando abierta una justificación para cuando lleguen los meses de julio y agosto y haya apagones enormes, porque los habrá, a pesar de que estos personajes digan que los cortes eléctricos serán parte del pasado.
«En julio va a haber más circuitos con menos horas de apagón, o al menos debe haber», dijo el director de la Unión Eléctrica, también poniendo el parche antes de que caiga la gotera.
A pesar de aquello de que «estamos tratando», «estamos negociando», «estamos intentando», todo eso luego de un «sí nosotros logramos…» y «si aparece combustible, habrá una mejoría», insistieron en ser optimistas.
«En la generación distribuida ha mejorado la disponibilidad, pero no se puede usar, por falta de combustible. Y si nosotros logramos encontrar el combustible…», dijo el director de la Unión Eléctrica, lo cual lo condiciona todo.
Este dijo que ahora, al menos, tienen 100 GW más de potencia en comparación con cualquier día del año pasado por esta fecha. Pero igual condicionado. Todo eso quiere decir que los apagones seguirán presentes y que las noches seguirán tal cual ahora, porque no habrá sol. Y tampoco habrá petróleo.
Y aunque insiste el presidente, con su habitual letanía, en que la estrategia de los paneles solares fue acertada, tanta insistencia me parece una justificación para algo que no salió bien.
Habrá apagones. No lo digo yo, lo dejaron caer ellos entre líneas, a pesar de que salvo Alfredo López, los otros dos son pésimos comunicadores. Y usan una fraseología para personas habituadas a los términos, además de un lenguaje propio de un técnico medio en electricidad y no un ministro y un presidente.
A pesar de su desmedido optimismo, de las críticas de Díaz-Canel al director de la Empresa Eléctrica, este dijo que ahora mismo hay 18 horas de apagón en los circuitos apagables de todo el país. Y eso que hay 1400 MW más que en marzo. Generados esos por los parques fotovoltaicos.
«El problema es el problema», dijo López. Y me recordó a aquel boxeador que soltó una vez lo de «la técnica es la técnica y sin técnica no hay técnica». Igual, dijo: nosotros tenemos que lograr que en los próximos meses el apagón sea manejable. Lo ideal sería que no haya apagón, pero eso no lo podemos garantizar», dijo Alfredo López.
Estas palabras no tienen nada que ver con el optimismo del principio del podcast, cuando dijeron que hay más generación, que habrá 1500 MW más en julio y agosto… y entonces cuando uno, que no le cree nada, comienza a ser optimista, se tropieza con Alfredo López.
Lo cierto, en La Habana los apagones serán mínimos, pero en el interior seguirán comiéndose un cable. Así será en Ranchuelo, El Salvador, Los Palacios, Sierra de Cubitas… o cualquier otro pueblito del interior.
Vean el podcaste, pero tomen alucil o algo para el estómago antes, porque suele ser repugnante y contradictorio, porque, además de pedantes, son incoherentes. A mí, se lo juro, me aburrió, me cansó, y me dieron deseos de meter las manos por la pantalla y abofetear a uno. A Canel, claro… que me tiene hasta los ovarios.