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Por Jorge Sotero ()
La Habana.- Lo de Cuba no lo entiende nadie. Es una cosa de locos. Los hospitales se caen a pedazos, no hay medicamentos, los médicos no quieren trabajar, la gente se muere de enfermedades que son curables en cualquier parte del mundo, y el presidente inaugura una Convención Internacional de Salud.
A la referida convención, que dedican al desaparecido tirano, asisten unos cinco mil delegados de 88 países, aunque la inmensa mayoría son cubanos, y otra gran parte extranjeros que estudian en la isla, y diplomáticos foráneos acreditados en esta capital.
Incluso, hay algún participante que no tiene nada que ver con la medicina, pero igual lo cuentan, porque al castrismo le encanta hacer números, contar. Por eso dicen que hay hasta 20 ministros de Salud en la referida V Convención, algo que también me suena raro.
A la inauguración, reseñada por los medios de la isla y alguno de los extranjeros acreditados, no podía faltar el presidente Miguel Díaz-Canel, quien no se pierde la oportunidad de aparecer en los medios, o en escenarios públicos, aunque su presencia no aporte nada.
La conferencia inaugural, según un despacho de Prensa Latina, estuvo a cargo del titular del ramo en la nación caribeña, José Ángel Portal, y llevó como nombre ‘Cuba y el paradigma de Una Sola Salud: ciencia y compromiso humano frente a los desafíos globales’.
Cuba Salud 2025, que también acoge la II Feria de Turismo Médico y Bienestar, con sede en el Palacio de Convenciones de La Habana y el recinto ferial Pabexpo, tiene como tema ‘Estrategias Sanitarias Universales, basadas en el enfoque de Una Sola Salud, para el desarrollo sostenible’.
El objetivo, sin embargo, es atraer turistas, que supuestamente vengan al país a tratarse cualquier dolencia, y así ocupan hoteles, e ingresan dólares a GAESA, que es lo único que les interesa.
Para los cubanos, ahora mismo, no hay medicamentos, casi de ningún tipo, pero sí para los extranjeros, como denunció hace unos días en estas mismas páginas un enfermo de cáncer que, además, peleó en Angola y se siente abandonado.
Carlos Alberto Pérez Cuevas, el cubano de marras, dijo que «este mismo gobierno fue el que me hizo a mí adicto, porque me abrió la barriga hace ocho años, me mandó para la casa con morfina… y ahora no tiene morfina para mí. O si hay, porque en Varadero hay morfina para los turistas».
Ver denuncia acá: (https://elvigiadecuba.com/cubano-que-combatio-en-angola-y-tiene-cancer-dice-que-solo-hay-morfina-para-turistas/)
A las actividades de la Convención y la Feria acudieron los máximos dirigentes del país, como el primer ministro Manuel Marrero, o el presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo, quienes recorrieron diversos stands para demostrar que la salud en Cuba es una prioridad total.
Detrás de todo, allende Pabexpo y el Palacio de las Convenciones, hay un sistema de salud totalmente depauperado, con infraestructuras a punto de colapsar, sin ambulancias, sin material quirúrgico y con especialistas cada vez menos motivados.
Solo a un gobierno incapaz, inoperante, corrupto y mentiroso como el que controla en la sombra la familia Castro, representados por Díaz-Canel y Marrero en la escena, se atrevería a cosas como estas.
Eso sí, lo hacen porque saben que en Cuba nadie los va a cuestionar, nadie los criticará, porque la prensa está rendida a sus pies y la oposición no existe.