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Por Pablo Alfonso
Santiago.- Agosto fue el mes de Güines. El municipio mayabequense sonó más que nunca gracias a dos de sus hijos, ambos casi de igual nombre.
Los dos güineros, desde hace varios años, viven en Los Estados Unidos. Desde el norte revuelto y brutal continuaron sus carreras.
El Gran Maestro Leinier Domínguez llegó hasta los cuartos de final de la Copa Mundial de ajedrez que se realizó en Bakú, Azerbaiyán.
En dicho certamen, el llamado Ídolo de Güines cerró con balance de cuatro victorias, cinco tablas y una derrota, ganando 5, 2 puntos para su Elo personal. Una sobresaliente actuación, que hasta los medios oficiales del régimen no pudieron ocultar, tras la fuerte presión hecha por cubanos de dentro y fuera de la isla.
Por su parte, la actuación de Lenier Mesa, no pudo ser peor. Se congració con el grupo GAESA, con el Cangrejo -el nieto escolta de Raúl Castro- y los represores cubanos. Su brinquito hasta el cayo Santa María, detrás del fombeco del tal Tekashi no solo le restó puntos, sino que ha sido multiplicado por cero, por miles de cubanos dignos que no soportan la doble cara.
El muchachito de la voz rajada, quiso hacerse el sueco. Por poco mata hasta su propio abuelo para tratar de solucionar el rollo en que se metió. A otro con ese cuento.
En el programa del influencer Alex Ota Ola, la Diosa denunció a su compañero de fórmula, con quien cantó el tema Cuba Primero. La controvertida cantante dijo que Lenier puso su voz en el referido tema no por convicción, sino, para saldar una deuda contraída con su autor Armando Labrador. Otra razón que demuestra que este cantante, no es de los de Patria y Vida.
Supongo que para callar tantas voces, tendrá que hacer la segunda parte de Cómo te pago… Tendrá que pagar, pero mucho, para rescatar su público y su imagen, algo que, al parecer, no conseguirá ni con miles de dólares.
Dos güineros, dos caras de una misma moneda, dos nombres casi iguales, pero con distintos pasos. Uno cada vez más profesional, más maduro, mas admirado por su pueblo que lo sigue viendo como el Ídolo de Guines. El otro, el otro, un sin fronteras, un sin bandera.