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Por Yoel Arias Hernández ()
La Habana.- La noticia de la eliminación de Cuba de la lista de países «terroristas», y todo lo demás, me tomó por sorpresa. Inmerso en mi faena diaria, no recuerdo a qué fui al movil. La conexión mala como hace unos cuantos días. Una publicación de (Javier) Bobadilla, en modo criptográfico, me lleva a buscar el contexto en otra de sus seguidoras, amiga en común, que me envía un link de Mario Pentón y se convierte en mi primer acercamiento al tema.
«Nunca hay una segunda oportunidad para una primera buena impresión», pensaria más tarde. De todo lo dicho me quedé con la «liberacion DE LOS PRESOS POLÍTICOS» pues lo demás, a solo 6 días del mandato de Trump, era «pan hoy y hambre mañana». Declaro, sin vergüenza alguna, que cuando fui a comentar la noticia con los presentes me sentí sinceramente emocionado.
Segundos me tomó hacer pequeños ajustes a mi estado de ánimo por los posibles «cambios» que podrian aparecer del «lado de acá» y que eran muy de esperarse. Aún así, comenté mis dudas pero continué dando por muy victoriosa la noticia de la «liberación».
Entre mis dudas iniciales estaba, inevitablemente, la posibilidad del destierro forzado. No sería la primera vez, ni la última tampoco, que esta medida injusta se tomase. Hasta ahí todo iba bastante bien con la noticia. Al conocer solo la versión de un bando, el optimismo estaba fluctuando 50/50.
Más tarde, cuando pude dedicarme a revisar las redes, vino el despertar, amargo por cierto. La versión del MIREX no podia ser más diferente de la primera que habia conocido. Ningún atisbo de negociación intergubernamental, era una medida que saludaba al Jubileo 2025, una muestra de buena voluntad para con el Papa, no mucho más. Del entusiasmo por «la liberación de los presos políticos» pasamos a la de 553 presos de «diversas causas». Una liberación pausada, solo faltó «sin prisa pero sin pausa». La cifra dista un 50 por ciento de la que se tiene como el total de los manifestantes desde el 11j y las posteriores protestas a todo lo largo del país desde 2021.
Leer entre líneas
La cifra de algo más de 500 reos es de por sí preocupante, pues debió ser el doble, según entendimos del reporte de medios norteamericanos. Se habló de «los presos politicos», un término que apunta a «todos». Luego la «coletilla» de diversos delitos acusaba que no serían solo manifestantes, lo que hacía mucho más pequeña la victoria anunciada.
Podemos estar seguros que en ninguna sentencia firme va estar escrito «preso político». La noche de la visita de Obama se dejó claro que aqui, en Cuba, como único país del orbe, no hay un solo preso político o de conciencia, o eso dijo Raúl Castro. Dejando esto claro, podemos asumir que los 553 prometidos sean todos manifestantes del 11j, o posteriores, que hayan sido juzgados por sedición, que es totalmente un delito contable, o por violar leyes que prohiben publicar videos donde uniformados golpean niñas menores de edad, como hizo «la chamaca del chamaco» por lo que le pusieron 15 años, ratificados hace unos pocos díaas. Aun así nada es seguro y representa solo la mitad del total.
Decepción a cuentagotas
La nota del MINREX aclara que el proceso no será inmediato, ni siquiera masivo. Se tomarán su tiempo. De ser real que el medio millar fuese de opositores todos, cabe prever que se les aplique el destierro forzado y la demora esté en determinar los países receptores. El proceso perfectamente caería, por obra y gracia de la lentitud burocrática en el periodo del gobierno trumpista. No sería de extrañar que la nueva administración norteña intente dar marcha atrás o se desentienda del acuerdo (aunque la entrada en efecto total de la medida tomará tiempo y la posible contraorden les tome más tiempo aún) y eso haga que del lado de acá se opte por detener el cumplimiento de este «acuerdo» que no he visto reconocer por ningún medio oficialista.
Sea como sea, me uno a Lara Crofs que se disculpó por expresar una alegría demasiado optimista al respecto y doy la razón al sector que permanentemente desconfía de este tipo de sucesos hasta que no se demuestre, fehacientemente, que se está ante un hecho consumado e irreversible.
Cada noticia sobre estos temas sensibles, del patio o de las cercanías, siempre desata pasiones y emociones pero es dificil no embullarse e irse con la de trapo como, hasta ahora, parece ser el caso.
Toca esperar, leer entre líneas no parece ser suficiente y la decepción seguirá siendo una gota a la vez.