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Por Víctor Ovidio Artiles ()
Caibarién.- Perdóneme todo el que piensa, desde su silla semiejecutiva, ejecutiva, trono o taburete, que el Reparto merece reconocimiento dentro del país.
Un movimiento que es un monumento a la vulgaridad, la guapería, la banalidad, la mediocridad, al sexismo, a la pornografía explícita, todo eso mostrando voces arregladas con autotune que no logran ser voces mediocres y un ridículo acompañamiento, no merece reconocimiento alguno.
Hace dos décadas ya que los medios insisten en darle visibilidad a este fenómeno a costa de robar espacios a figuras prominentes de nuestra música.
En momentos en que, sobre todo la Nueva Trova subían el tono en la crítica social, algunos, con trajes parecidos a los actuales, creyeron sería «inteligente» darle espacio al Reggaeton para que los jóvenes no se pusieran pesaditos.
Nada mejor para enajenar las mentes que esas turbas hablando de nalgas grandes, de orgías, de fiestas llenas de cerveza, baile y drogas.
Orgulloso me sentía, hace ya mucho, del intelecto promedio de mi tierra, ya no tanto…casi nada.
Batallones de ignorantes consumiendo lo peor y manteniéndose en una burbuja repugnante que nada aporta a esta tan vilipendiada tierra.
Cuando me doy cuenta de que aquellos Eddy K, Cola Loca o Cubanitos 2002 eran «maestros», comparados con estos reparteros a los que quieren darle espacios, me duele y preocupa sobremanera.
Podría seguir pero la gente no lee tanto.
En fin… que no me perdone nada todo el que piensa, desde su silla semiejecutiva, ejecutiva, trono o taburete, que el Reparto merece reconocimiento dentro del país.