
Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por René Fidel González ()
Santiago de Cuba.- Originario y superior a todo es el honor de una madre que hace todo lo que tenga que hacer por defender y salvar la vida de un hijo.
El resto, todo lo que se argumente e invoque, es pretender hacer virtud lo mezquino y argumento a la hipocresía.
No se defiende el derecho a la vida poniéndole obstáculos, tampoco enlodando a los que en medio de todo, por devoción al otro, salvan.
El respeto y el silencio de todos, la admiración austera y decidida ante el ejercicio de ese honor y del inherente a los que salvan, es lo único digno, decente y absolutamente inapelable.
Ningún poder se pierde por volverse peligroso para los que lo sufren, sin embargo, se pierde inexorablemente cuando sus actos acaban siendo concreción de lo que cualquier persona puede entender como ridículo, grotesco y miserable.