LA SONRISA DE ROMELIA
Por Guillermo Rodríguez Sánchez
Ciego de Ávila.- Rutina laboral matutina, luego un poco de gym y visita a donde estaba Romelia haciendo guardia. Tranquila, apacible en su sillita dura de metal estaba dando muela con la gente del barrio donde queda su centro de trabajo. Luchando sus tres quilitos que para bien poco alcanzan con esa edad, navegando en este naufragio sin aparente fondo. Así la encontré…
Medio triste andaba, imagínate tú, hasta yo que tengo algunas cuestiones básicas resueltas me deprimo con frecuencia de la nada. Todo lo circundante está muy potente como para ignorarlo, eso afecta los estados de ánimo repentinamente. No existe anestesia contra la decadencia socioeconómica que se vive. Entonces, gracias a ti…
Sí, a ti que me llamaste para que fuera a tu casa y recogiera un paquetico, a esa otra persona que además me dijo: “oye, tengo un café La Llave para Romelia”, pude trastocar ese bajón emocional en la sonrisa de la foto.
Vale muchísimo la pena lo que estamos haciendo, que nadie lo dude un instante.
Hoy tendrá ella estreno de pantalón, de blusita, carterita, cubrecama y cafetazo yuma.
Quiero que leas lo siguiente con atención, Romelia nunca había tenido un simple paquete de café que no fuera Hola enteramente de su propiedad.
Cualquier cosa regalada es ya de por sí rica, esto sin dudas le sabrá a gloria. No subestimes el significado de un obsequio para las personas que están pasando el Niágara en bicicleta.
Y si tienes cafecito de afuera todos los días, bendícete, disfrútalo y jamás de los jamases ignores la fortuna que posees.
¿Ya viste bien esa sonrisa? Bueno, es gracias a ustedes.