LA PUESTA EN ESCENA DE ETECSA ME DEJA PENSANDO

Por Laritza Camacho

La Habana.- Sus bien estructuradas intervenciones a favor y en contra, las muchas otras reacciones auténticas, el poder inusual de unir al cubano de estos tiempos, la lógica vs. libretazo, el humor vs. la impotencia, la falta de leyes protectoras; el agua al dominó, la necesidad real de estar conectados al mundo e interconectados entre nosotros, todo eso y más salió a la luz como torbellino en aguas que parecían dormidas.

Es curioso que estas medidas «desmedidas» lleguen de pronto en medio de un discurso oficial que aboga por la IA, por ganar la batalla de la «revolución» en redes, un discurso que pretende estimular el trabajo a distancia para ahorrar recursos como el combustible y mitigar el efecto desgastante de la falta de transporte.

Hay algo que no está en su lugar, algo que anda sin cabeza y hasta sin tronco y sin extremidades…

Apabullante el dato de ese 60 por ciento de ganancias perdidas por estafas de recargas. Dicho así, sin que antes rueden por el suelo los responsables de no parar la fuga, de no ser eficientes.

Lamentable la pérdida abrumadora de papel para entregar contratos que, en la práctica, pueden ser violados sin dar explicación.

Imperdonable la gran cantidad de recursos empleados en entregar teléfonos petroleros que se pagan con el bolsillo de los clientes directos -poca cosa son nuestros CUP- y con los fulas de los verdaderos contribuyentes…(familiares y amigos que emigraron por razones políticas, económicas y por asfixia de futuro incierto)

Si no me muestran eficiencia ¿Cómo me exigen sacrificio?

Y algo que quiero comentarles. He visto cinco publicaciones, que dicen más o menos lo mismo: «si no puedo comprar megas, ¿cómo pretenden que salga al paso en las redes?»

Esa expresión dice mucho de la falta de autenticidad de ese «combate cibernético» y eso es algo que este tarifazo de Etecsa también ha sacado a relucir…

Yo voy a seguir trabajando de cualquier manera; voy a seguir defendiendo mis ideas ( por cualquier vía). Voy a seguir contrastando la verdad con la mentira, aunque la línea que me une al mundo, según Etecsa, sea una curva imbateable que pretenda sacarnos del juego.