Enter your email address below and subscribe to our newsletter

LA OLIGARQUÍA VIVE DEL ROBO O EL SOBORNO

Comparte esta noticia
Por Ulises Toirac
La Habana.- La molestia con el hijastro de.. y con el nieto de.. no es envidia ni «operación mediática enemiga para dañar a la Revolución». Es simplemente que los gobernantes de este país, por exigencias históricas de su propio partido, que enarbolan a manera de guillotina sedienta contra todos los demás (salvo con la cúpula y aún así es usada como «pase de cuentas» esporádicamente) dicta que no son millonarios, ni pueden manejar grandes sumas de dinero personal, ni pueden tener negocios.
No ellos. Sus descendencias tampoco, porque ese dinero sale del que me roban a mí por miles de vías (y a ti, y a «elbocaditodeladooo» y al puestero y a la anciana que no le alcanza su pensión para comprarse el almuerzo de la primera semana) o del soborno indirecto a sus papás. Ellos no nacieron en cuna de oro. O no debieron nacer, porque el oro de esas cunas sería mal habido: sacado de las arcas del estado para uso personal.
Se repite la historia de URSS-Rusia. Los grandes millonarios de la Rusia actual sacaron la fortuna del Buró Regional del PCUS, donde eran primeros secretarios.
Se hacen leyes para el que «levante la voz» de una manera que no les cuadre, y en esas leyes se incluye un rango de castigos en consonancia con la importancia del cargo al que se refiera el »protestante», pero no se hacen leyes para encausar, investigar y sentenciar a personajes del Gobierno o del Partido (igual por su ringo-rango) o sus descendencias que tengan una vida opulenta y empresas de ningún tipo. Porque vamos a quitarnos la careta: como ya dije, de donde único pueden salir esos dineros es del robo o del soborno.
Y este movimiento (el del poder y el dinero entre estamento gubernamental o del partido con el sector empresarial y entre la cuna de hijo de dirigente y la opulencia rampante) no tiene resistencia alguna en nuestra realidad actual: desde las leyes hasta el periodismo, han sido moldeados durante años para apañarlo. No existen partidos políticos que ofrezcan equilibrio ni líderes de opinión o ideología porque se le ha aplicado política de «tierra arrasada» a todo ello.
El mismo mecanismo que impide la crítica a decisiones autocráticos y pronunciamientos disparatados, restringe la posibilidad de impugnar los preparativos de una oligarquía que nace en el seno de la sociedad. No existe la oposición. Prohibido el balance. Impunidad.
Hay una frase popular que me viene a la mente: «de a Pepe Cojones y sin grasa».

Deja un comentario