LA MARCHA, EL PALO Y LA ZANAHORIA

Por Ulises Toirac ()

La Habana.- Déjenme decir dos o tres pensamientos acerca de la asistencia a la marcha, porque vaticino que sí va a haber una buena asistencia. Lo corroboré en publicaciones de las visitas gubernamentales a varios pueblos del país. Lugares donde el apagón es el modo normal de vida sin contar otras escaseces. La gente (sin citación de nadie) acudió alegremente a saludar a los visitantes.

Tampoco olvido la marcha del primero de mayo. Hubo muchisimas publicaciones de jolgorio y gozadera.

El Gobierno, además, tiene «resortes» y mecanismos de coordinación. Tiene recursos para transportar y dar o vender productos en la movilización (eso aún atrae aunque suene un poco faltoecalcio).

https://elvigiadecuba.com/index.php/2024/12/14/diaz-canel-intenta-un-chantaje-con-marcha-del-20-de-diciembre/

Y obvio, aunque las imágenes de redes (fotos y vídeos de la gente) van a mostrar la otra cara de la moneda, en términos de «mira cómo la hicimos y qué bien nos quedó», la opinión pública nacional va a percibir un éxito rotundo. De hecho, si no se tuviera la certeza de un «éxito» «demostrable» ni siquiera se convocaba.

Las marchas se hacen para levantar el ánimo. No lo olviden.

Por otro lado, vuelvo a repetir: no hay contrapartida organizada. No hay un liderazgo con posibilidad alguna de publicitar otra postura antes, o después.

Mi consejo: no espere lo contrario y evite un golpe gástrico de acidez o un desajuste de presión. Son las consecuencias de un carajal de cosas, así que tome agua, que usted lo que tiene es sed.