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Por El Estado como tal ()
La Habana.- Es problemático vender como modelo la «iniciativa» arrocera Cuba- Vietnam en Pinar del Río («puente para la inversión extranjera») por tres razones: excluye el epicentro privado de la producción de arroz, la escala es intrascendente, y no queda claro el riesgo de inversión.
Los últimos datos oficiales desagregados de producción de arroz en Cuba indican que los productores privados casi duplicaban la producción estatal en 2021 (40,8% vs. 22,7%). No se han publicado cifras actualizadas, pero la estructura no se habría modificado mucho.
Según información oficial, en Cuba el arroz se produce principalmente en 12 empresas agroindustriales estatales y 23 mil productores, que se agrupan en 666 unidades productoras, mayormente productores privados.
Si realmente se intentase ensayar y fomentar un modelo para inversión extranjera se hubiera centrado la “iniciativa” en el tipo de gestión privada que es decisiva para la producción de arroz en Cuba. Parecería que es una exclusión política y no técnico-económica.
La exclusión del sector privado en el impulso a la inversión extranjera en el arroz no solamente es difícilmente justificable desde el punto de vista de superficie cultivada y de volumen productivo -muy superiores a la escala estatal- sino también en cuanto a rendimientos.
La nota de prensa sobre la “iniciativa” menciona que el rendimiento al que se aspira es de 7 a 8 toneladas/hectárea (t/ha), pero en 2018 existían productores privados con rendimientos entre 7 y 11 t/ha., a pesar de que el rendimiento promedio estatal es mayor que el no estatal.
Es importante retener que han existido altos rendimientos arroceros en algunos productores privado. ¿No tendría más sentido tratar de incrementar, no solamente con inversión extranjera, el rendimiento promedio del epicentro privado de la producción de arroz en Cuba?
La escala de la “iniciativa” (mil ha ahora y llegar quizás hasta 5000 ha) es significativa solamente para un sector estatal que en 2022 cultivaba siete mil 158 ha (vs. 21 mil 144 ha en 2018), pero es pequeña en comparación con las 45 mil 857 no estatales (fueron 112 mil 572 ha en 2018).
Si la «iniciativa» se presenta como un eventual modelo, entonces debería minimizar el riesgo y sería crucial saber el medio de cobro de ganancias del inversionista (CUP, MLC, USD, etc.) y saber si funciona alguna garantía estatal o seguro, pero eso no se informa.
Un problema adicional es que la “iniciativa” se produce en un contexto de desplome de 61% las exportaciones de arroz vietnamita a Cuba entre 2018 y 2023, siendo Vietnam la primera fuente de importaciones de arroz de Cuba (séptimo mercado de Vietnam).
Desde una perspectiva vietnamita, ¿por qué el gobierno de Vietnam “serrucharía el piso” a los exportadores vietnamitas en su séptimo mercado a nivel mundial en el período enero- agosto 2024, mediante la creación de oferta nacional en ese mercado? No queda claro…