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Por Edi Libedinsky ()
Sor María de Jesús de Ágreda era una monja franciscana de 18 años enclaustrada en un monasterio español. Comenzó a recibir visiones que eventualmente la harían famosa como «La Monja Azul».
Publicó una obra de cuatro volúmenes y dos mil 700 páginas titulada Mística Ciudad de Dios: Vida de la Virgen Madre de Dios. Según ella, le fue dictada por la Virgen María. Incluía relatos detallados del cielo, la vida de María, la infancia de Jesús, la Trinidad, la Inmaculada Concepción, la Asunción de la Virgen al Cielo, y mucho más.
El libro fue inmensamente popular. Pocos años después de su muerte, María de Jesús fue declarada «Venerable» por el Papa Clemente X, y se inició el proceso de beatificación.
Quizás las afirmaciones más sensacionales y extraordinarias hechas por María fueron sus relatos de bilocación. Es decir, estar simultáneamente en dos lugares a la vez. Afirmó que en más de 500 ocasiones se había bilocado milagrosamente a otras partes del mundo. Esto, sin haber salido nunca de su convento, para difundir el evangelio.
Relató particularmente sus experiencias predicando a una tribu de indios en el suroeste americano. Sus afirmaciones llamaron la atención de la Inquisición, y se inició una investigación. Si era declarada culpable de herejía o brujería, María sería ejecutada.
Pero mientras su juicio estaba en curso, exploradores españoles regresaron a España con relatos. Contaron que habían encontrado indios en lo que hoy es el estado de Nuevo México que ya se habían convertido al cristianismo al momento de su llegada. Los indios dijeron que habían sido visitados por una «Dama de Azul», una misteriosa mujer blanca vestida de azul que les predicaba en su idioma nativo. Debido a que las monjas franciscanas vestían hábitos azules, las historias parecieron validar las afirmaciones de María. Por esto, fue absuelta y se convirtió en confidente y consejera del Rey Felipe IV.
María de Jesús de Ágreda falleció el 24 de mayo de 1665, hace trescientos sesenta años. Su cuerpo, supuestamente incorruptible, es expuesto una vez al año en la Iglesia del Convento de la Concepción en Ágreda, España. Aunque nunca ha sido declarada santa, el proceso todavía se considera abierto.
Independientemente de si los relatos de María sobre sus visiones y experiencias son legítimos o no, fue una figura extraordinariamente influyente. Lo fue en la España del siglo XVII (y supuestamente en la América del siglo XVII) en un momento en que las mujeres tenían muy poca influencia dentro de la Iglesia y la sociedad.