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LA SOLUCIÓN ESTÁ EN NUESTRAS MANOS

CUBANOS RELEVANTES FALLECIDOS EN 2024

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Por Gretell Lobelle ()
Matanzas.- Una feria de emprendedoras, en su esencia organizativa, no es más que contar con un espacio, los contactos adecuados y la disposición necesaria. Lo verdaderamente extraordinario ocurre cuando se logra la conexión: ver a cada mujer en el acto de ayudar, sostener y halagar a otra mujer.
Amo las marcas emprendedoras que se centran en la manualidad; esa energía femenina, creativa y sensible que emana de cada producto, porque en él se entrelazan no solo el sentido económico, sino también la habilidad y la armonía que implica el acto de crear.
Una mujer emprendedora sonríe desde la seguridad y la fortaleza de sentirse suficiente. Los tiempos aciagos no logran nublar una sonrisa; es la risa, un acto que moviliza doce músculos, un regalo impagable. Deberíamos apreciar más a una mujer sonriendo.
Ayer fue una mañana hermosa, mujeres increíbles se reunieron en la feria del Jardín de Pelusín del Monte, apoyándose mutuamente, creando espacios para conectar de manera vital. Estas conexiones no se basan en la competencia; cada emprendimiento lleva un sello único y es la energía del amor que le imprimimos. No hay mejores ni peores, solo lo singular.
Admiro a quienes despejan obstáculos y se reinventan, quienes crean desde el amor y hacen felices a los demás. También mujeres que dan espacio a un proyecto de sensibilización, rescate y adopción de animales callejeros, aportando desde sus ganancias a esta causa tan necesaria.
Esta feria no fue solo un grupo de marcas vendiendo; fue vibrar en armonía desde la sororidad y el amor. Gracias.