LA DICTADURA LE TIENE PÁNICO A LOS CARTELES

Por Albert Fonse ()

¿Tú crees que un cartel no vale nada? Entonces dime por qué la dictadura entra en pánico cuando aparece uno. ¿Por qué lo borran en minutos, pero no recogen la basura de las calles, no limpian los hospitales, ni siembran las tierras cultivables abandonadas con la misma rapidez?

Porque saben que ese “Abajo el comunismo” escrito en la oscuridad es más poderoso que cualquier discurso oficial. Saben que un cartel encendido por la rabia del pueblo vale más que mil congresos del Partido.

Hablas de moral como si la tuya fuera superior, pero repites palabra por palabra el guion del régimen. Eres un agente de opinión al servicio de la dictadura, disfrazado de escéptico, soltado para sembrar desaliento y desprestigiar desde dentro. No estás opinando, estás cumpliendo una función: desmoralizar. Lo que no entiendes es que tu comentario no debilita, delata. Cada vez que aparecen ustedes es porque algo les preocupa. El pueblo está despertando, y eso los aterra. La chispa ya prendió el 11 de julio de 2021, y desde entonces el fuego no ha dejado de crecer.

La verdadera oposición no necesita permiso de cínicos ni validación de cómodos. Se construye con cada acto de valor. Con cada voz que se alza, con cada pared que se atreve a gritar lo que muchos callan.

No subestimes una chispa en la oscuridad. Porque así comienza un incendio de libertad.