Contramaestre.- Cuando la vida es amenazada, uno hace cualquier cosa para preservarla; el instinto despierta y sobrevivir es el objetivo.
Cuando miras el refrigerador, abierto de par en par, luego de cinco días sin corriente, una llama prende en lo profundo de tu ser, una pequeña llama, pero llama al fin y al cabo.
En momentos dramáticos, hay que sacar de lo profundo del espíritu la capacidad de resistir, unos lo consiguen, otros no, unos se suicidan, otros se vuelven irreflexivos.
Dentro de cada persona conviven la bestia y lo humano, a veces la bestia aflora y es muy peligrosa, lo humano debe estar atento porque si no arrasa con todo a su paso.
Lo normal es que lo humano prevalezca, pero en momentos como este la bestia sale.
Cuando todas las bestias se unen son imbatibles. Cuando la bestia impone su reino, la sed de sangre es infinita, alevosa.
Estamos en el punto exacto donde la bestia convertida en masa irreflexiva puede asomar y arrasar con todo. ¡Es demasiada la agonía! La bestia masa irá contra aquello que considera culpable de su desgracia.
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