JORGE Y NADIR

Quivicán.- Con profundo dolor vi el video de Martica Perdomo. Yo la conozco; nos ha unido una gigantesca desgracia. Conocí también a sus muchachos. Y les puedo asegurar, con tranquilo equilibrio y absoluta seguridad, que si el mundo estuviera poblado de personas como Jorge y Nadir, fuese un mundo ideal.

No dije, un mundo mejor; dije, ideal. Porque sólo en sueños, en la aspiración sin límites de las ideas podría encontrarse dos almas así. Ellos, no sé cómo, lograron romper las barreras imperfectas que padecemos todos.

Recuerdo, que hablaba con Jorgito, y me dolía mi propia vida. Sencillamente, quería ser como él. Muchos hermanos no los conocen, y habrán de creer que mis palabras se parecen, en intención, a las palabras altas que se pronuncian en los entierros. No, no los adulo, a nadie consuelo.

El único defecto que tienen estos muchachos es la mordida venenosa del tirano en sus cuerpos. Y, es probable, es muy probable, que esta situación oscura que padecen, sea la última clase que reciban, para cargar a todo un pueblo sobre sus hombros.

¡Prohibido desanimarse! ¡Libertad para todos mis hermanos! ¡Mil veces, libertad!