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FERIA EN BARACOA… ¡PUAFF!

EL HOMBRE NUEVO MARXISTA-BURGUÉS

UN DÍA COMO HOY

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Por Jorge Sotero ()
La Habana.- Cuando Hugo Chávez vivía, de vez en cuando algún grupo especial de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana sorprendía a un grupo armado cuyo objetivo era asesinar al jefe de Estado, o atentar contra la economía, en Caracas o cualquiera de los demás estados del país.
Al momento llamaban a la prensa, que acudía en tropel. Mostraban las armas: algunos M16, lanzacohetes, ametralladoras y hasta AKM. Muy pocas veces mostraron a los apresados, y luego todo al olvido.
Jamás se enjuició a nadie, ni se supo nada más de esos que fueron sorprendidos. La prensa y las autoridades judiciales, incluso el propio Hugo Chávez, se olvidaron del suceso, de las armas, de los saboteadores, de los encargados de cometer magnicidio. En fin: se olvidaron del show.
Ahora el gobierno cubano hace lo mismo: presenta a unos supuestos terroristas que entraron al país con pistolas y en una moto acuática, y el gobierno cubano, a través del más asqueroso vocero de la dictadura, Humberto López, le da bombo a lo de las pistolas, la pequeña moto acuática y a esas prácticas terroristas que llegan desde Estados Unidos.
Yo no volveré sobre el tema Humberto López, sino al montaje que hizo la seguridad del Estado, al parecer diseñado para niños de seis años o para personas con una sola neurona. Todo por redes, menos el campo de tiro, por supuesto… donde, según uno de los implicados, había un arma con mira… y ahí no pude soportar más y exploté de la risa.
Si Humberto López, el fiscal y el oficial que presentaron parecen anormales, los que declaran, supuestamente bajo presión, son dignos de estudios de comportamiento, pero mucho más estudio merecen los que están detrás, los cerebros enfermos que pretenden que el cubano muerto de hambre -al que va dirigido el mensaje- se crea estas estupideces.
¿Son tan lerdos estos comunistas de pacotilla, o estos criminales del castrismo, que imaginan acciones para cambiar el orden constitucional desde una moto acuática, con cinco o seis pistolas, sin armas de otro calibre, sin ayuda interna o externa?
¿Qué persiguen con estos montajes? ¿Qué buscan con esa sarta de estupideces que no se las cree nadie? ¿Qué tratan de tapar?
Es sencillo: están con el agua al cuello e insisten, como hacen desde mucho tiempo, en ganar tiempo. Creen que ganando tiempo aparecerá un maná que llenará de combustibles los depósitos, los almacenes de comida, los campos de arroz, frijoles y ganado, que ese mismo maná permitirá que los cubanos tengan casas nuevas, se reparen por obra y gracia divina las carreteras y miles de vehículos circulen por ellas.
Andan a la espera de tiempo y de un milagro, y están con gastroenteritis por la cercanía del 11 de julio. Ellos saben que esa fecha les va a traer cola, y hacen todo lo posible por espantar sus propios fantasmas.
El castrismo sabe que tiene las horas contadas. Están como la persona enferma, consciente de que no puede más, de que su vida se acabará de un momento a otro, pero aún así intenta demostrar que tiene el control de las cosas, y dice que vivirá para siempre, aunque ni ella misma se lo crea.
Todo lo que hacen va en contra de la lógica. La mayoría de esas cosas, son, además, ridículas, pero esto de Humberto López con un fiscal, un oficial del Minint, los detenidos en la moto acuática con media docena de pistolas, le puso la tapa al pomo.
Pobres de nosotros los cubanos. Lo que nos ha tocado vivir no se lo deseo a nadie.