Por Ileana Díaz Fernández ()
La Habana.- Llevo varios días pensando en escribir, y lo abandonaba porque muchos amigos economistas ya lo habían hecho y muy bien, pero hoy amanecí sin poder parar ante la impunidad de las medidas incoherentes que, una tras otra, se emiten contra las MIPYMES, aludiendo a la defensa del pueblo.
Precios topados ¿para qué?. Pues para sentir que hacen «algo» a favor del pueblo y si es así ¿por qué no topan los de MLC?. Estos llegaron al mercado antes y no se ha observado que ese ingreso en divisa haya mejorado las condiciones de vida.
Todos los precios son altos, topados o no, ante salarios y jubilaciones deprimidos. La solución no es tan banal, es y tiene que ser integral del modelo.
Inspecciones, persecución de los productos, ofensas a los trabajadores de Mipymes. ¿Qué es esto? ¿Qué tiene que ver esto con una revolución del pueblo y para el pueblo? ¿No son pueblo los dueños y trabajadores de las Mipymes?
Y veremos los nuevos decretos, en la nota publicada en Granma no existe la palabra FOMENTO, que debería ser la esencia de las mismas.
¿Cuál será el resultado de todo esto?. Menos oferta, más mercado informal, precios más altos… en conclusión ¿se protegió al pueblo?
La única vía real, aunque compleja, de proteger al pueblo de forma sostenible, es acabar de realizar la reforma integral, que cambie todo lo necesario en las bases microeconómicas y permita un modelo de funcionamiento con reglas de juego claras para todos los actores, donde compitan todos en igualdad de condiciones, donde la complementariedad de todos logre la satisfacción del pueblo, según reza en la Conceptualización.
Basta de perder tiempo. Esto no puede ser hasta el infinito, pues la economía no aguanta, y vienen Trump y los ciclones, o al revés.
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