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¿Hubo fraude en 2020? Parece que sí y el FBI tras la pista

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Por Carlos Carballido ()

Nos llamaron conspiradores cuando advertimos que las elecciones del 2020 estuvieron llenas de irregularidades. Estas irregularidades llevaron a la presidencia a Joe Biden, un candidato con pésimos resultados en su campaña y una obvia incapacidad cognitiva para ejercer el cargo.

Tras sufrir 4 años de angustia, cancelaciones en redes sociales si se hablaba del tema, sale a la luz un dato impactante. Una empresa de software electoral estadounidense, Konnech, almacenó datos sensibles de trabajadores electorales en servidores ubicados en China. Esto no es una sospecha. Es un hecho respaldado por documentos judiciales, registros digitales y peritajes forenses.

El CEO de Konnech, Eugene Yu, fue arrestado en 2022 tras descubrirse que su empresa operaba una filial china, Jinhua Yulian Network. Esta filial estaba vinculada al Partido Comunista Chino (PCCh). La investigación reveló que Yu registró dominios chinos desde su correo corporativo, celebró figuras del PCCh y compartió infraestructura tecnológica con entidades del régimen. Por este motivo, los datos electorales de ciudades como Los Ángeles y Detroit terminaron bajo control extranjero.

Expertos en ciberseguridad como Nate Cain y Harry Haury confirmaron en declaraciones juradas un hecho alarmante. Ciudadanos chinos tenían acceso total como “superadministradores” al sistema PollChief, que maneja personal electoral y programación de comicios.

Las autoridades ignoraron las evidencias

Estas evidencias se presentaron bajo estándares federales y fueron ignoradas por las autoridades. En lugar de seguir investigando, el FBI leal a Biden y la fiscalía de Los Ángeles detuvieron el caso con un 90 % del trabajo hecho.

¿La razón? Según se desprende de múltiples fuentes, el fiscal George Gascón decidió cerrar el caso para no “beneficiar a Trump”. Esto ocurrió después de que Trump elogiara públicamente el arresto de Yu. Los denunciantes, Catherine Engelbrecht y Gregg Phillips, no solo no fueron protegidos, sino perseguidos. Un patrón ya analizado en estudios académicos de 2023 sobre censura en seguridad electoral.

La investigación engavetada vuelve a ver la luz con la llegada de Kash Patel como nuevo director del FBI en enero de 2025. Patel ordenó revisar investigaciones suprimidas y el caso Konnech figura entre las prioridades.

Según The Epoch Times, el FBI ya está reexaminando los registros de servidores chinos vinculados a la empresa. Aún no se han reactivado los cargos.

Una vulneración a la soberanía nacional

Este escándalo no es menor. Si se confirma que datos electorales estadounidenses fueron controlados por una empresa ligada al PCCh durante las elecciones de 2020, hablamos de una vulneración directa a la soberanía nacional. Y peor aún: de un sistema judicial que prefirió silenciar la verdad por miedo a alterar la narrativa oficial.

Ahora hay que cuestionarse por qué se confabuló el Big Tech completo. También debe cuestionarse por qué los abogados de Trump emprendieron una cruzada usando demandas que no podían demostrarse. Lo más evidente había sido la violación constitucional de la Ley electoral. ¿Complicidad? Tan vez. Todos cedieron a la presión Demócrata y admitieron que estuvieron “equivocados”.

Espero y aguardo que esta vez no sea mas de lo mismo.

Veremos si esta investigación reabierta del FBI lleva al banquillo de los acusados a los presuntos implicados y a los políticos y CEO que colaboraron en silenciarnos. Fuimos silenciados por ver que llevaron al trono a un rey totalmente desnudo y demente.

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