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Por Víctor Ovidio Artiles ()

Caibarién.- El Sistema Electroenergético Nacional se ha vuelto debilucho. Algunos dicen que tiene la hemoglobina baja. Puede ser. Hace cuarenta años era fuerte como un roble y no paraba en todo el día. Luego a los bolos les dio por ponerse pesaditos y empezaron a surgir los problemas.

En los noventa, cual canción de Enmanuel, todo se derrumbó, y las carencias ganaron todos los Premios Grammy. Llegaron los apagones y el SEN se sintió deprimido y triste pero no se dejó caer jamás. Era viril, orgulloso y se mantuvo de pie echando humo por todos lados y repartiendo apagones igualitarios (Bueno, está bien, casi igualitarios)

Luego los pozos suramericanos lo alimentaron y el SEN se robusteció y creció. Se veía altanero y potente. Pero un día volvió a debilitarse y no cumplía su papel pero tuvo generadores diesel que le devolvieron las fuerzas.

Se mantuvo unos años tranquilo, con buen semblante. Los análisis mostraban valores aceptables de creatinina, de colesterol y de triglicéridos. La presión se mantuvo estable y se veía animado.

Ya hace unos tres años empezó a mostrar signos preocupantes y alarmantes. Las zonas oscuras fueron aumentando y se hicieron recurrentes. Se le veía pálido, débil, desorientado, deshidratado. Lo intervienen, lo sacan a coger sol pero no mejora. Ha sufrido varios infartos en los últimos tiempos y ya los familiares viven con la muda de ropa preparada esperando su deceso.

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