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Por Carlos Carballido ()
Dallas.- Cualquiera de las dos opciones nos indica que la futura administración de Trump tiene que ser, a fuerza, la que le convenga al Estado Profundo y parece que ya se lo han dejado claro al futuro presidente.
Se baja -antes de llegar a la estación- quien, quizás, tenía el temperamento necesario para enfrentar el mayor desafío que tiene el presidente para su próximo mandato: un hombre con mano de hierro para depurar al Departamento de Justicia de la corruptela que lo inunda y traer de vuelta el orden y la ley a un país tomado por la nueva izquierda globalista y financiera.
Gaetz, en menos de 24 horas, de ser nominado, renunció al Congreso y esa actitud es contraproducente para alguien con las agallas que ha mostrado anteriormente. Nadie renuncia sin ser confirmado, perdiéndose la oportunidad de una jugosa pensión vitalicia tras servir al legislativo. Semejante decisión despertó mis alarmas, pero dimos el beneficio de la duda.
Lo que sí es sintomático es que, después de reunirse con senadores, haya decidido abandonar la propuesta y más allá de la excusa infantil y políticamente correcta que dio públicamente. En la concreta le dijeron No te vistas que esa fiesta no es para ti y lejos de entablar pelea en la conformación, prefirió abandonar el barco
Sea cual sea la excusa, la lección aquí es que Gaetz se baja del tren a menos de 24 horas de que Larry Fynn se reuniera con Trump para definir la política financiero-bancaria futura.
No tengo las pruebas, pero tampoco tengo dudas que tras darles las instrucciones a Trump de quien puede dirigir el Tesoro, seguramente le recordaron al mandatario que tipos disruptores, como Gaetz, no convienen y que no deben ser nominados sin antes consultarlo con esa élite a la que, sí o sí, habrá que pagar factura.
La respuesta de Trump a la decisión del Gaetz es también patética y un insulto a la inteligencia de su base nacional.
Esta renuncia es una clara señal de la ingobernabilidad que nos viene encima. La pregunta es: ¿quién con agallas podría quedar al frente del Departamento de Justicia para limpiar judicialmente el pantano?
No hay respuesta, como tampoco hay esperanzas de que Trump pueda gobernar porque sin aún jurar sobre la biblia su segundo mandato ya los escándalos comienzan a entretenernos.