Examen de apagones: Cuba vs. España

Por Víctor Ovidio Artiles ()

Caibarién.- En España se cayó el sistema eléctrico y todo colapsó. Los pobres hispanos no sabían qué hacer. Unas ocho horas de apagón desarticularon toda la vida del país. ¿Qué podrán saber esas pobres almas de apagones? Quisieron sacar una nota satisfactoria sin haber estudiado jamás. ¡Pretenciosos ellos!

El apagón es una ciencia inexacta pero además es un modo de vida. En cualquier casa cubana tenemos plantas de emergencia, estación de energía, baterías, inversores, paneles solares, aerogeneradores, lámparas recargables, chismosas, fogones de gas, de keroseno, de petróleo, de carbón, de leña, de aserrín.

Nacimos preparados y alertas. Ellos no. Primermundistas como son, tienen todo asegurado y ni piensan en la electricidad. No se imaginan llenando un cubo pues no lo tienen, ni tanques, ni marabú para hacer carbón. Un español no asocia la idea del baño con un cubo y un cubito.

Nosotros somos homo apagadus desde antes de nacer. Desde la barriga de nuestra madre conocemos el olor a humo y las malas palabras que se dicen. Desde entonces somos cómplices de los más bajos instintos hacia los responsables.

En España se jodió en el apagón, con la corriente, la Internet y el transporte y la banca y el agua y los mercados y las diversiones. Aquí eso lo tenemos vencido. Somos vencedores innatos.
Esos europeos no están listos para la defensa en su Primera etapa, nosotros sí y para cualquier etapa que venga. Aquí se jode todo pero no nos detenemos.

En cualquier examen de apagones obtenemos el máximo porque estudiamos, nos preparamos en teoría y práctica. Somos monitores de la asignatura, ganadores de todos los concursos, vanguardias de círculos de interés. Les falta mucho a esos muchachos, quienes además son exagerados. ¿De dónde sacarían eso de que ocho horas puede ser considerado un gran apagón? ¡Estudien, anda!