Por Javier Bobadilla
La Habana.- Hace unas semanas, Edmundo Dantés Junior, destacado influencer, publicó una encuesta donde invitaba a proponer candidatos presidenciales para la Cuba que soñamos. En este link pueden verla, con todos los comentarios, sugerencias y votos.
Seguidamente, se sentó con una calma difícil de describir, y tras leerse 700 y pico de comentarios y contar innumerables reacciones, generó esta otra publicación con los resultados.
Me gustó, porque fue totalmente objetivo en su trabajo. Contó, ordenó y listó los resultados, sin filtrar. ¿Presidentes de otro país? Sí. ¿Difuntos? También. ¿Bromas de mal gusto? Ahí están. No hay juicio, solo aceptación.
La lista la encabezan Alina Bárbara López Hernández y el Padre Alberto Reyes. En el quinto puesto está Julio Antonio Fernández Estrada, que es una muy buena sugerencia.
Aquí voy a hacer un aparte, porque quiero prepararme para decir lo que tenía que decirse y no se ha dicho.
Se ha hablado mucho de la Unidad. Unas publicaciones atrás alguien -cubano emigrado a EE.UU-, me dejó frío con un comentario. Dijo textualmente:
«Unidad ni unidad. Si aquí no pudimos hacer ni un equipo de pelota.»
Dice mucho esa frase. Ese «aquí» es el «allá», sin compañeros que te atiendan para quitarte las ideas raras de la cabeza por tu propio bien, ni prohibición de reunirse, ni un ejército de clarias con «petrolero» listas a condenarte enérgicamente porque el dinero es de la CIA.
Ese «aquí» es «allá», con todas las condiciones creadas para tener éxito. No obstante, no lo tendrá, porque igual que los de «aquí», confunden Unidad con Unanimidad. La Unanimidad envenenó a la Revolución por el camino, pero la Oposición la recibió por el cordón umbilical. Hay que eliminar eso de raíz para poder avanzar.
¿Te preguntaron por el Día Después? El día que seas libre. ¿Qué vas a hacer? El día después es cuando la libertad te abruma. Sabes que no sabes qué hacer con tu vida. Nunca has tenido el control de tu vida. Y nunca va a estar en tus manos. Alguien más te lo va a arrebatar. Y si no, lo vas a hacer mucho peor.
Lo que les pasa, tiene nombre. Se llama Impotencia Aprendida, Learned Helplessness. Es el comportamiento producto de la depresión crónica y la negación del control sobre tu propia vida. Hay documentación al respecto. En los manuales de interrogación de la CIA, incluso se previene contra ella, porque hace caer al sujeto en un estado de apatía tal, que ya la tortura no funciona, sea la que sea.
¿Has visto a la gente viviendo en animación suspendida esperando la salida del país? ¿Has visto a los que NO esperan salida del país? ¿Nada va a cambiar? ¿Siempre es así? ¿Qué vas a lograr con eso? ¿Eso te suena? Síntomas claros de impotencia aprendida. Llevas toda tu vida en una relación de abuso psicológico con un narcisista. Te enseñaron que eras mierda y te lo creíste, y ahora es parte de ti.
Eso también hay que eliminarlo de raíz.
Alguien tiene que romper el hielo con este asunto de la presidencia, y voy a ser yo.
En esa lista hay gente por la que yo votaría en unas elecciones presidenciales, porque se han ganado mi confianza. Además, en esa lista hay diversidad, desde social democracia hasta derecha conservadora.
Es hora de que nos tomemos esto en serio. Les digo aún más, en esa lista hay gente dispuesta a asumir la responsabilidad, y echarse arriba un país. Y yo estoy en la lista en un puesto por allá atrás, pero me incluyo, porque este será El País De Pinga Este, pero en 44 años no he logrado desprenderme de él. Ya para mí es con el escudo, o sobre él.
Mientras hay uno que ve la encuesta, y propone a John Wick para hacer un chiste a costa de su propia impotencia, yo vi la lista y me la voy a tomar en serio, porque yo vi Presidentes, Primeros Ministros y Ministros. Así, con mayúscula inicial.
Presidente del que tú no has tenido nunca, elegido y respetado.
Porque lo tengo todo calculado. Porque tú te crees que yo estoy aquí contando los likes y pinchando jevitas con la muela, pero no. Porque calcular es mi especialidad, y puedo escribir una nueva constitución para Cuba de un día para otro, porque ya está en mi mente. Hacer una constitución es programar un país. Y en ese nuevo país, el Presidente no va a ser como tú te imaginas.
¿Yo sería Presidente? Sí. Joder, si hasta un imbécil como Maduro es presidente.
¿Alina sería Presidente? Sí. Mejor que yo.
¿El Padre Alberto sería Presidente? ¿Ustedes le han preguntado? Puede que la respuesta les sorprenda. Y si no los sorprende, me lo dejan a mí.
¿Un Presidente hará por sí solo una nación? No. Nosotros haremos la nación alrededor del Presidente. Así es como va a funcionar. Créetelo, porque ya va siendo hora.
Y el que te diga que no puedes, es el enemigo.
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