ENCRUCIJADA

Por René Fidel González ()

Santiago de Cuba.- Cuando esta mujer anciana muera, ningún periodista cubano presupuestado. Ni medio partidista, de organizaciones políticas y de masas o estatal, habrá escrito o dicho una palabra. Nadie hablará sobre el drama de una madre herida de muerte, cuyo único y último ruego ha sido ver a su hijo antes de morir.

Que su hijo esté sujeto a prisión provisional desde hace muchos meses debería bastar para hacer ese drama humano algo de interés público. Es acusado por la comisión de un presumible delito -al protestar pacíficamente por los cortes eléctricos que sufre su comunidad- pero sin una sentencia que confirme en base a pruebas legales y suficientes su culpabilidad. Esto es relevante desde la perspectiva de los profesionales de la comunicación y sus instituciones.

Quizás no sea así, como le respondiera a otra madre hace unos años una Directora del Periódico Granma. Ellos estiman que se trata de una historia muy específica y personal.

Debe ser terrible ver la imagen que de nosotros mismos nos devuelve la mentira y la cobardía, incluso cuando se simula con indiferencia.

Cuando esta madre muera, es probable sea inminente ya, vuestro silencio no será cómplice, será protagonista.

Es, en Cuba hoy, una historia entre tantas, pero ustedes la conocieron y callaron.

Se llama Zoila Chávez, y es la madre de José Gabriel Barrenechea Chavez.

Ella esta muriendo en Encrucijada, de lo mismo que nosotros.